PAISES BAJOS | 1 | 1 | ESPAÑA |
Vaya tomadura de pelo futbolística la de España y Holanda, en el Johan Cruyff. Sin fuste, sin calidad, con numerosos errores y dos equipos que deben estar condenados a las galeras, porque no meten un gol ni al arco iris, pobrecitos. Dos Países Bajos.
La selección de Luis Enrique desprende la oscuridad de la mente del seleccionador, que no sabe a quien poner, como jugar o como tratar de solventar la falta de gol famélica de su selección.
Pienso que ni se da cuenta de que nos es problema de jugadores. Morata, Gerard Moreno, incluso Ferrán Torres, están marcando gol tras gol, incluso en Italia e Inglaterra, con Guardiola.
El problema telúrico es el sistema con los que le hace jugar Luis Enrique. Siempre o casi siempre juegan de espaldas, soban y tocan la pelota los centrocampistas hasta el aburrimiento. Es muy difícil sorprender. Ni siquiera el gol lo hizo un delantero. Fue Canales que demostraba que sólo se puede sorprender al enemigo si se llega dedes atrás, al espacio abierto.
La crisis es que la selección sólo ha metido dos goles en los últimos cuatro partidos. Eso certifica el vértigo que van a producir los dos próximos partidos, ante suizos y alemanes. Aunque a los amigos de Kroos se les juegue en Sevilla, incluso con sevillanas.
Vaya que el primer período fue más regular en el juego español, pero la segunda parte fue espesa, sin crear una sola ocasión de gol, porque la de Asensio no cuenta. Es un jugador que se ha quedado en el limbo.
Pudo con dos contragolpes del rápido y quisquilloso Steng sentenciar el encuentro, pero ni Menphis Decai, ni el sevillano De Jong supieron liquidar a la selección español. Aunque estuvo intuitivo y seguro Unai Simón, uno más de los “novatos” en la selección. Si Memphis es la solución del Barça de Koeman ya van listos.
Luego todo se convierte en un galimatías que difuminan el juego, la concentración, porque llegaron a entrar como diez jugadores nuevos en el segundo período. Te vuelves loco, con el posicionamientos, es un tobogán insoportable que resta concentración al juego y al posible espectáculo, en medios de los sonidos del silencio.
Holanda, con el “estirado” Frank de Booer, no ha ganado ni un sólo partido como nuevo seleccionador. Es como si Koeman lo hubiera dejado seco y confinado. Pero para nosotros, lo preocupante es que Luis Enrique está confuso, titubeante, como si no supera cual son titulares, suplentes o comparsas. No hay una estrella en la selección. El caso de Sergio Ramos, un glotón de internacionalidades, es diferente. El cercano futuro de la selección es confuso, triste, desconsolador.
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