A MESSI NO LE GUSTAN LOS BEATLES

LIVERPOOL40BARCELONA

Nunca me gustó la frase para definir al Barcelona como “Mes que un club”. Siempre me ha parecido supremacista, inadecuado y pre-potente.

Y, ahora, en Liverpool, me he acordado en la definición, porque ha sido “menys que un club”. Un club acobardado, esperpéntico, devorado por la ambición del Liverpool y con un Messi absolutamente borrado, como si fuera un jugador menor. El “dios ya no es dios en algunos partidos”, que suelen coincidir en las finales del campeonato del mundo y la Champions. Algo reincidente.

El Barcelona de Valverde es una absoluto mediocre equipo europeo, tan sólo salvado por un incontinente Messi. Cuando falla el de Rosario, efectivamente, hay que empezar a rezar el rosario en el club azulgrana.

Me han puesto a parir por escribir que Valverde es un “pobre hombre” en manos de Messi, cuando le da la vena. Aunque Valverde fue el culpable de que su equipo fuera bailado, aniquilado, táctica y técnicamente, sin que su mediocre entrenador sólo se le ocurriera nada más que la mediocridad de algunos tímidos cambios tácticos entre Semedo y Arthur, acabando por el increíble mediocre Malcolm.

¿Se imaginan si Coutinho, estuviera en el Madrid? Hay una especie de armisticio entre los mandarines del fútbol español con el Barcelona, porque piensan que el Barça es de “izquierdas” y todos los demás son cómo equipos fascistas, con el Real Madrid en cabeza. Klopp, comparado con Valverde o con Zidane, es una especie de genio y mago del fútbol actual.

La gran pregunta es ¿por qué falla Messi en partidos lejos de casa, cuando el terreno no es español?. Creo que tiene un espíritu depresivo como la mayoría de los argentinos, que parecen castigados siempre al diván de los psiquiatras. Efectivamente, el caso de Messi es el gran caso de la psiquiatría del fútbol. Un complejo inconsecuente con la calidad del “aladino” de fútbol.

Todavía es más grave la vergüenza del partido del Barça. Inoperante, que siempre perdía el balón en todas las batallas. Anhelado, ido, como drogado de pesimismo y como si supiera que la tragedia le iba a llegar irremediablemente. Un Liverpool sin Firmino, sin Salah, con jugadores mermados, pero rabiosos por la ambición del fútbol, tras un resultado injusto y anacrónico en Barcelona.

Puedes lidiar cualquier análisis, pero el Liverpool de Klopp fue mejor en Barcelona y superlativo en Liverpool, que llegó a parecer el Cornellá, con perdón, en manos de un gigante.

La Champions es algo especial. El mejor torneo del mundo y, en esta ocasión, como en Roma, el año pasado, el Barcelona fue “menys que un club”.

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1 comentario
  1. Samuel Aguilera dice

    Es cierto que Messi es el gran caso de la psiquiatría del fútbol. No tiene ni el coraje ni el arrojo de otros grandes. En otras palabras a la hora de los retos mayores le faltan huevos.

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