Los gurús del fútbol, tan madridistas, que tanto saben de esto, nos dicen que el sufrimiento y la ansiedad se han acabado. El Madrid vuelve al maravilloso 4-4-2. Y, ¡qué gusto!, sin Bale. Puro fútbol. Puro entretenimiento. A partir de ahora, según los gurús, el Madrid ganará la Liga y la Champions. Además, atención al dato, este partido ante el Málaga, como me decía un vecino es "el último partido de Bale en el Madrid". Como tenía que ser. Bale se ha lesionado y jamás recuperará el puesto, si es que no se va a final de temporada.
Esa angustia final del Madrid, que sufría como animal herido, con la amenaza de que el discreto Málaga pudiera empatar no tenía importancia. Era consecuencia del enorme talento de esos cuatro centrocampistas- o son cuatro medias puntas-, de la táctica generosa de Ancelotti, que con él siempre hay espectáculo y desasosiego. Y si no, pues seguro que nos lleva al cine y ya está, nos lo pasamos bien.
Los que dicen que el equipo se partió por el medio, como el Titanic a partir de los 30 minutos, son antimadridistas y como otros, asquerosos "mourinhistas".
Además, los que acusan a Casillas de ser un poste más en el centro de la portería son viles enemigos del Madrid. No busquen "Cherchez la femme". Él no se va, porque ama al Madrid. Es mentira, absolutamente calumnioso que no quiera abandonar el Madrid por una cuestión económica. Una ignominia. Por encima de todo, está su "santidad" para salvar de cualquier pecado a su Madrid de toda la vida.
Ni se me ocurre denunciar esos segundos que Ronaldo ha perdido de frescura, de habilidad, de sutil inteligencia para marcar. Sabemos por los notables "ronaldólogos", que hablan constantemente con él, que ha vuelto y está mejor que nunca. Es otra deplorable mezquindad pensar que ya falla penaltis por su estado actual. Metió un golazo. Había que empujarla. Y eso, a veces, no es fácil. Hay que comprenderlo.
No nos podemos olvidar del esfuerzo de Isco. Un auténtico héroe de la grada. Aguantó todo el partido. No se necesitó suplir al ídolo del "podemos madridista". No metió ni un sólo pase decente y mucho menos creó peligro, pero siempre que estuvo con sus compañeros. Se podrá decir que Ancelotti ya había hecho los tres cambios, con las lesiones de Bale y Modric, pero no es eso. Isco siempre estuvo con sus compañeros, incluso animándoles. Por si fuera poco, el Madrid ha reservado para el decisivo lance contra el Atleti al "tigre de Chamberí", al gran Benzema.
Luego, sufrimos a esos barcelonistas asquerosos, que en realidad son oscuros madridistas, que aseguran que el Barcelona no es ni siquiera un equipo decente. Es mentira que el Valencia haya bailado al gran Luis Enrique. Sólo son impostores que tratan de desequilibrar los dos mejores equipo del mundo. Por favor, Atlético de Madrid, acaba con tantos infundios.
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