LEGANES 0 1 REAL MADRID
Asensio, con un soberbio gol inverosímil, cuando ya sonaba la campana de la “peste” madridista, ha recuperado la “flor” de Zidane, cuando todo el partido el Real Madrid se seguía perpetuando como el Real Perdido Club.
La cuentas dicen que llevo cortando el césped en esta web casi diez años, sin contar mis veinte años en el diario Marca. Pues, bien, jamás se me habrá podido tachar de anti-madridista. Ahora parece que lo soy, para algunos.
Siempre, desde que empezaba, los Atléticos me decían que era madridista y los blancos replicaban que era un forofo rojiblanco. Ni una cosa ni la otra. Aprendí de los grandes periodistas deportivos como Antonio Valencia, Cronos y Ruango, en los tiempos que el diario Marca inventó el periodismo deportivo. Nombres que para los que magnifican ahora la historia de Marca ni se les menciona y son como marcas de tiza en la lluvia, como escribía Joni Mitchell.
Los actuales héroes del periodismo deportivo olvidan incomprensiblemente que una crónica debe ser ecuánime. El pedrisco actual se ha pervertido. Se ha perdido la noción de la imparcialidad. Incluso se contratan en medios perversos a los más terribles “hooligans”.
Viene a cuento, porque son los que han magnificado o endiosado a Zidane, que ahora mismo como decía Toshack es un pollo sin cabeza, por mucho que el Madrid haya ganado en Leganés, con el único tiro a puerta en todo el partido, mientras que la soga acariciaba el cuello de Zidane, una vez más.
Cualquier equipo y mejor con el talento, con equipo pobre, de Garitano le hace un lío a ese personaje deificado por los mandarines cercanos a todo lo blanco. Mientras, Zidane ya no ríe ni nos pone esa cara como si todos fuéramos tontos y el fuera el sabio de Atenas.
En música, cuando el vinilo regía en los éxitos, siempre nos quedaba la posibilidad de triunfar con la Cara B. Ahora, en el Madrid ni la cara C, que no existe. Dicen que en el club blanco que Zidane esquía a toda velocidad, como un suicida, hacia el precipicio. Me encantaba ver a James Bond ver como el 007 salvaba el fín, pero me temo que Zidane no es ni Roger Moore .
Dicen en el club que quiere precipitarse hacia la dimisión, en una ejercicio de soberbia insolente , contra el club que le ha hecho más grande. La Casa Blanca piensa en ello, porque arriesgó demasiado contra los “pepineros” con toda la división B, como si su aparato suicida no le importara nada.A los mejor es que baila a un ritmo de que “todo me importa un pepino”. “Yo soy el Napoleón del fútbol”. En ese estado mental parece que discurre o disfraza su pizarra intelectual.
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