REAL MADRID | 3 | 0 | VALENCIA |
Sin belleza, salvo cuando el Valencia parecía un conejo muerto por la nuca, pero con contundencia, el extraño triunfo del Real Madrid le ofrece la tribulación de que el Barcelona aún puede ser una entelequia para el título.Se comió el murciélago del escudo valenciano con inesperada resolución final.
Porque Messi no parece el típico martirio blanco y porque Setién ni da con la tecla ni parece el brujo táctico que se se suponía. Por si fuera poco “monsieur” Benzema marcó dos goles. Algo absolutamente milagroso , como si hubiera ido a Lourdes en este aislamiento “coronachino”.
En cualquier caso , es un importantísimo triunfo blanco. Más de lo que nos podamos pensar. Además, me alegro muchísimo por Asensio . Nada más aparecer de su siniestro mundo del averno por una lesión más que cruel , remató con un disparo sin parar, aun altura tan difícil como útil para representar el mejor retrato de su reaparición.
¿Pudo ser decisivo el gol de Rodrigo anulado por el Var o por el murciano árbitro cortesano del poder?. Creo que sí . Si hubiera sido el Leganés, el Madrid hubiera estado liquidado. Pero los grandes son intocables o inmunes a la justicia.
Aunque el Valencia se dejó el oxígeno en el primer tiempo, pero no resolvió sus ocasiones.No aprovechó absolutamente nada. Incluso con un tanto abortado por el poder. El equipo de Celades fue el único culpable de no resolver la ocasiones y. aparecer con una versión lamentable en el segundo periodo, con Rodrigo hundido físicamente y un Parejo , que dejó el compás y el cartabón en la habitación de su hijo , duramente el aislamiento.
Un primer período , con un Real Madrid retratado por esa ceremonia de la confúsión táctica de Zidane, tan reiterativa : balón al pié, ofuscada distritbución posicional, horrible presión al enemigo. Vamos, lo de siempre.
Pero me aburro de enumerar una vieja sucesión de pecados capitales de un entrenador inmaculado y que persigue la fortuna como aquel personaje de la serie de televisión , El Fugitivo. La fuga hacia la suerte de la gloria.
Ni quiero imaginar este partido con publico. Mi duda existencial me recuerda a ese existencialismo de Sartre, en su obra “A Puerta Cerrada” . Cuando decía que “el infierno son los demás” . No lo sé.
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