El Atlético de Madrid y, sobre todo, la estrategia de Simeone, convirtió el partido en un baile a la milanesa. Bailando a las viejas glorias, a las glorias de ayer vestidas de color oro. El Milan hace colección de ellas. Desde el capitán Kaká, pasando por Robinho, Essien, De Jong e incluso Balotelli, dado su lamentable estado físico.
Es cierto que poco antes del gol afortunado de Arda, Kaká perdió un gol magro con un remate de cabeza estúpido. El Milan hubiera podido mandar en la eliminatoria, porque el Atlético tenía muchas dudas. Pero ese pasaje se esfumó como una pequeña opereta, un sueño imposible del Milan.
El equipo de Simeone casi siempre fue más agresivo, más impulsivo y, a veces, con un juego por oleadas que recordaban a aquellas falanges de Alejando Magno. Imparables. La clave siempre está en la presión, la maquinaria incansable de Gabi, Mario Suárez y, sobre todo, el eje de inteligencia del capitán Gabi, cuya figura se agiganta a cada partido como un inmenso líder rojiblanco.
Kaká lamenta una ocasión errada ante Courtois. (Foto: Afp)
Al pobre Abbiati, con 37 años, también le dieron la noche, a pesar de que siempre ha tenido simpatías por el Atlético. No tuvo la culpa de ninguno de los cuatro goles. Quizá algo en el primero, pero Costa voló con engaño. De los cuatro goles, el gran culpable fue ese jugador rencoroso, extraño y mediocre llamado Rami. No me extraña que el Valencia lo haya soltado como alma que lleva el diablo. Es un peligro como defensa.
No puedo escribir con benevolencia de Seedorf. Como técnico, como primerizo, es un desastre. Su equipo no tiene ni movimientos defensivos, ni ofensivos, ni nada que se le parezca. Se defiende a base de tribulaciones individuales. En realidad, un espejo recalcitrante de como jugaba el propio Seedorf, excesivamente egocéntrico.
La gran pregunta es saber: ¿Hasta dónde llegará este Atlético recio como un árbol centenario? Pues hasta el final. Siempre es mejor la fórmula de Copa para cualquier equipo de Simeone. Sabe mejor manejar una situación a dos partidos que en una Liga entera, que es demasiado complicada como para especular. Así que el Atlético se confirma como uno más de los aspirantes a la Champions. Tanto como el Bayern, el PSG, el Madrid… y, posiblemente, el Chelsea.
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