BAÑO, MASAJE Y GOLEADA EN MESTALLA

Tenía razón “le roi” Zidane. Había que reservar a los titulares para este lance por el tercer puesto de la Liga. El Valencia llegó a la media hora final con la lengua fuera, sin asomar el murciélago del escudo. Una “marcelinada” al borde de la extenuación, tras el colosal esfuerzo en Vitoria el otro día, con prórroga incluida.

Ahora toca resolver si merece más la pena que ganar en Valencia o tirar por la borda directamente un título todavía posible. A mí me parece que no. Doctores tiene la iglesia. Para  los “madarines” con esta nueva genuflexión a“le roi” dirán que no, que lo importante es quedar como subcampeón en la Liga. Patético.

Lo que me lleva a la reflexión de que Zidane se ha convertido en un personaje o técnico quijotesco que ve dragones donde hay molinos de viento. Sin ir más lejos, para proteger a su paniagüado Benzema, tras realizar Bale su mejor jugada y darle un gol cantado a Ronaldo, que no existió en del segundo tiempo, como es perceptivo, se le ocurre al “genio de la colina” quitar al galés y poner al mediocre Lucas Vázquez, que no hizo más que borrones en los minutos que jugó. Mientras, Benzema en otro patético partido, se quedaba sin ser sustituido, hasta que llegó a Asensio y le dio a Marcelo el gol de la tranquilidad.

Ni creo en la BBC ni en el nombre que los parió. Es tan injusto que el mejor de los tres, por supuesto Bale, el único que que puede resolver partidos y no de penalties, le ponga a trabajar defensivamente, mientras que los dos “percebes” de Ronaldo y Benzema se queden arriba rascándose la barriga.

Zidane se ha convertido en un déspota técnico. Pero dirán los “gurús”, siempre colocados o a remolque de los resultados, que el Madrid ha vuelto a la onda del éxito, con una goleada en Mestalla, que es un puro espejismo, como confirmarán los próximos partidos. “Le roi“ se ha asegurado el puesto una semana. Sólo  hasta que lleguen el “día de los enamorados” con el PSG. Pero como dijo Kipling, esa es otra historia.

No hay relación de fuerzas. Queda claro que Marcelino ha preferido ser semifinalista de Copa, aunque se encuentre frente al Barcelona, que ganarle al Madrid. Zidane, todo lo contrario. Sancho Panza hierve el “balsamo de Fierabrás”  y a rezar ochenta credos, ochenta avemarías.