Conocí el periodismo deportivo a finales de los años cincuenta. A finales de los años setenta entré en el diario Marca. Comparado con el actual parecería un gremio de intelectuales, puntuales, preparados y honrados. Nada que ver con la cantidad de extraños personajes que manejan el actual periodismo deportivo, mediatizados por los agentes FIFA sin escrúpulos, por traficantes de jugadores pervertidos sin ningún sentido ético, talibanes de los equipos con más dinero. Es decir, que apoyan siempre a los más poderosos, que no tienen escrúpulos en confesar su golfismo y parcialidad con sus clubs favoritos. ¿Donde queda la imparcialidad periodistica, uno de los principios éticos de la carrera universitaria?.
En el mejor de los casos, se han quedado como “frikis”, en programas televisivos esperpénticos, delirantes, con gente que se insulta, hasta se pegan por cuatro dineros que les paga una sociedad como Antena Tres Media, que juega con Podemos y con el PP, sin escrúpulos políticos, donde sólo privan los manejos económicos. Aunque el podemita director de la Sexta se confiese “holligan” del Real Madrid e incluso llegara a trabajar en el club de Florentino.
Me da tristeza como esos agentes manipuladores y traficantes manejan al periodismo actual. Pero “cantan” las actuales campañas mediáticas a favor de Isco y Casillas.
Leo que Casillas se quiere ir del Oporto. Mentira. No lo quiere el club luso, porque está nuevamente a punto de quebrar y los dragones no tiene ni para pagar la mitad del salario de Casillas, que ha fracasado estrepitosamente en el club, donde no ha conseguido nada de nada.
Casillas es un portero que ha sido el último en enterarse de que deportivamente estaba absolutamente acabado. Vive su ocaso desde hace cinco años y no se ha dado cuenta de ello. Vive en la gloria de su deificación tras el título del mundial. Es como aquel tonto que se había quedado sin dinero y aún presumía de ser millonario.
El periodismo deportivo actual ha empezado, por tanto, una campaña en que dice que Casillas ya no es un dragón, que no quiere seguir allí y que ha despreciado ofertas de equipos turcos, porque las considera insignificantes. Quiere ahora jugar en la Premier, como si algún club estuviera dispuesto a pagarle lo que pide su manager, el oscuro Carlo Cutropia, que fue protagonista de un escándalo cuando hace dos años, Santos Márquez, que negoció el traspaso de Casillas al Oporto,silenció a Carlo Cutropía,que tenía suscrito un contrato con “Mallorca Viva”. Es decir, pelea de truhanes, agentes FiFA y gentes sin escrúpulos.
El problema es que un emblema de la historia del fútbol español arrastra su nombre hasta los infiernos, condenado a hacer el ridículo a sus 36 años, cuando pudo acabar como un santo y no como un demonio al que el diablo del dinero lo tiene absolutamente devorado. Casillas todavía transmite que no está acabado. Quiere más dinero y la prensa deportiva española ha empezado la campaña para colocar al viejo “dragón” Casillas. Vergüenza. ¿No estaba tan contento en Oporto, como decía hace tan sólo unas semanas?.
La otra campaña, la de Isco, va estupendamente. La basura, mentiras y pruebas negativas que culpan a Bale se asemeja a una comedia bufa, de tontos reunidos entorno a un falso dios. Bale tendrá mucha suerte si finalmente le traspasan. Isco es un fenómeno. Bale es un “cojo”, como le siguen acusando los amigos periodísticos del agente del jugador patizambo.
paisano y amigo de la infancia (vistabella) ;casi siempre las verdades duelen y a quien nos la ve..son ciegos de la realidad
Más razón que un santo (de los de verdad). Uno, que mamó las crónicas de Manolo Alcántara, Vicente Gil (médico de los últimos momentos de Franco) o el propio Sarmiento Birba, pasando por Miguel Ors o Gonzalo en Rne, no puede por menos que sentir verguenza del nivel que ha alcanzado esta bendita profesión.
No son periodistas, son mercenarios a sueldo de los agentes y los clubes, auténticos analfabetos que en otro tiempo no alcanzarían a barrer la redacción.
Espero que los dirigentes del Madrid no caigan en la trampa de vender a Bale e Isco ses capaz de encontrar su sitio sin necesidad de alimentar esta clase de reptiles.
Siempre nos quedará Santiago Ferrusola, no?