DE GEA: PARA BIEN O PARA MAL

INGLATERRA12ESPAÑA

Lo mejor es el resultado de España. La “nueva selección” de Luis Enrique se vio envuelta en ese “helter skelter” de las viejas atracciones inglesas, un torbellino de vértigo, miedo y suspense, provocado por una segunda parte rácana, poco ambiciosa e incluso mediocre de la selección española.

Sólo los destellos de exquisito juego, vertical, perpendicular a veces, manejado por un soberbio Carvajal y un arriesgado Rodrigo, propició la nimia victoria, que me crea un sabor ácido, incluso agrio.

Sobre todo, porque la selección de Southgate no responde a la propaganda inglesa en el Mundial. Es una selección con demasiadas rémoras. Si Levy presume de que Kane y Dele Alli valen cuatros cientos millones de libras esterlinas es para decir que, simplemente, delira.

Hay un sólo jugador que me parece diferente y la única estrella. El mismísimo Rushford, tan despreciado por Mourinho por sus individualidades, que se estrelló en dos ocasiones con las sensacionales respuestas de De Gea, que se ganó la titularidad, aunque con la pifia de Ramos y su salto en el área pequeña con Walbeck, provocara la ira de los “tres leones” ingleses. Tengo dudas de que en realidad fuera falta.

Hay algo en De Gea que me producen inquietudes, casi siempre. Debajo de los palos es francamente sobresaliente, pero cuando hay que salir o atrapar el balón por alto, me deja un sinfín de desconcierto.

Es muy posible que la decadencia española de la segunda parte fue propiciada por el cansancio de dos jugadores que habían sido esenciales: Thiago y Sául. La fluidez de creación se perdió y Sergio Roberto no pudo seguir la línea de Rodrigo, que se había ido al centro, con el cambio de Asensio, que francamente, ni la olió. Claro que casi se puede decir lo mismo de Iago Aspas. Por no hablar de Isco. Es la perdida rémora de acabar con cualquier contragolpe, de jugar para atrás, sin velocidad, ni repliegue ni sentido ofensivo. Luego dice que los periodistas, los malditos periodistas, no somos justos con su “magia”. Pero, ¿de qué magia hablamos?. Si Isco es la estrella del equipo de Luis Enrique, la selección española tiene un grave problema.

Para Luis Enrique, la irrupción en la selección, no puede ser más positiva y venturosa. Pero mucho me temo que fue partícipe de la cobardía en ese tremendo, bucólico e indeseable segundo periodo. Buen entrenador seguro que lo es. Pero, ¿también seleccionador?. Marcos no hizo olvidarnos de su demonio Jordi Alba.

En cuanto a esta nueva Liga de la UEFA parece una buena invención. Al menos, nos libramos de los aburridos partidos amistosos. El fútbol sólo quiere inventar. Pero también me temo que provocan los famosos “inventos» del viejo TBO. El fenómeno de Tebas se le ha ocurrido el último disparate. Quiere organizar la “liga catalana” en Miami. ¿Será amigo de Puigdemont?. Tremendo.

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