REAL MADRID | 2 | 0 | GETAFE |
Placentero, fácil y expeditivo partido del Real Madrid en una noche tormentosa, con medio equipo lesionado, sin Sergio Ramos, sin Kroos, sin Hazard ni el espíritu santo.
Una de dos, como dice la canción, el Madrid estuvo pragmático y resolutivo o el Getafe está ya en el túnel de la depresión. Un equipo que pensaba siempre en Europa se ha resignado a ser un equipo que lucha por salvarse de la caída al los infiernos de la Segunda División.
El otro día, en Sevilla, les metieron tres goles, con su ira insufrible, se cargaron a Ocampos, cabrearon a Lopetegui, que se fue al vestuario como un histérico Bordalás y el azuló Getafe es un “blues “del perdedor.
Contra el Madrid hicieron el ridículo más espantoso, sin ocasiones de gol y con Kubo que es un desastre de jugador de futbolín.
No tuvo más remedio Zidane que utilizar a Marvin, que no canta precisamente “What´s going on”, Arribas y un tal Chust. No son nada y menos como los trata Zidane. Se le nota excesivamente. Zidane es alérgico a la cantera, porque no tiene más que pésimos recuerdos de su paso por el Castilla, donde fracasó a la francesa y piensa que que con ellos se vuelve a Marsella. Tiene medio equipo ilusionado, deprimido y quiere volver a respirar. Se salvó por una especie de oxígeno al que ha puesto el nombre de ZZ O2. Es para no ahogarse.
Además, si los sueños vuelan como una pluma al viento, el Madrid está a cinco puntos “tan sólo” de Atlético. Y no vale recordar que los rojiblancos tienen que jugar dos partidos más, que pudieran ser seis puntos más, pero, ¿ por qué no soñar con los peces voladores en el universo de Zidane?.
Dos franceses de su guardia pretoriana francesa, como el Papa tiene la guardia suiza, es decir, Benzema y Mendy volvieron a salvar a Zidane de su escasa imaginación positiva de como atacar a un equipo que se defiende. Esas tácticas se estudian, pero claramente prefiere confiar en sus “franceses”, en su flor que sabe que no se marchita y en ese espíritu indomable del Real Madrid, que trate quien lo trate, aún en pandemia celestial, tiene un espíritu indómito, incansable, que jamás defrauda a sus seguidores.
Otra cosa es el juego del equipo. Soso, indolente, excesivamente preocupado en que no le marque. Pero hay que ganar y el equipo, gana. Lo que me da mucha pena es que el tal René o como se llame, el hermano de Ramos, en su torpeza, trate de perjudicar a su propio hermano y que utilice aciertos plumillas que los intoxican con una “primicia”.
También que Hazard diga que ahora que está lesionado es estupendo, porque está mejor con la familia. Mientras lo comparan con Bale. Porque Bale siempre tendrá la culpa, aunque esté a miles de kilómetros de Madrid. P. Todo es como un cuadro de Pollock. Sólo son formas incomprensibles
Los comentarios están cerrados.