REAL MADRID 3 1 LIVERPOOL
Ese maravilloso ADN del Real Madrid en la Champion casi eliminó al Liverpool. Estuvo a punto de decirle al equipo de Klopp: ”Hello, Goodbye”, como la canción de McCartney. Liquidado, estrujado, ridiculizado por esa dinámica blanca en los grandes acontecimientos europeos.
Tiene un mérito espectacular, porque el Madrid jugó sin Varane, sin Ramos, y hasta esa interrogante que es Hazard. Despojó al Liverpool en una primera parte para enmarcar, donde el antes poderoso Liverpool parecía un pelele, desbordado tácticamente, técnicamente, en el juego corto, en el largo, en emotividad. Y todo ello con jugadores puestos en dudas, como Lucas Vazquez, Militao, Nacho y Vinicius. Los genes del campeón les hacían encajar en ese tipo de equipo que es invencible en el torneo europeo.
Bien es cierto que Klopp, nervioso, agotado y sin futuro en el Liverpool, echó una mano, con esa inclusión de Keita, que no sabe ordenar ni crear, con la suplencia de Thiago, que era el único que pudiera haber tenido sentido común para aplacar esa absoluta e inmaculada triada de dioses del balón, con Casemiro, Kroos y Modric. Klopp está tan deprimido que se dejó a Firmino en sus pesadillas.
En esa formidable primera parte del Real Madird, el Liverpool, si hizo el “walk alone”, caminaba recto hacia el abismo. Mané y Salah fueron sólo estampas de aquel finalista y campeón en Madrid. Arnold le regaló un gol a Asensio y casi un segundo, que no entró de milagro.
Otra vez Allison se tragó el primero, porque Vinicius era increíble que lo pudiera meter. Y, finalmente, el meta brasileiro hizo definitivamente héroe en el tercer gol a su compatriota Vinicius, por el que tengo que pellizcarme para haber visto hasta dos goles del artista de la tragedia del gol.
Siempre me dice mi hermano que el Real Madrid en estos partidos se transforma en el gigante de Europa, con su príncipe Casimiro, que es otro gigante en la mitología como “dios de la justicia y de la luz”.
Con el inmenso jardín de Zidane siempre pasa algo bueno en el Madrid y muy malo para sus contrarios. Se cae un rival, un regalo, un gol con el jardín francés. Cualquier cosa, incluso que el Liverpool haga el peor partido de toda la Champion de esta temporada. Hasta el presidente blanco tiene una fe en la magia negra del brujo Zidane.
El Madrid deberá caminar sólo y victorioso en Anfield. Creo que volverá a sacar la genética de un campeón, pero ese gol de Salah, en un rebote, en un mal sueño blanco, puede ser el asidero de un una desgraciada “que noche la de este día” en Liverpool.
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