Vaya 'septimana horribilis'. El Atlético de Madrid ha perdido tres partidos seguidos. No ha hecho ni un solo gol y ha recibido siete. El Atleti simplemente ha hecho 'crack'. Física, mental y técnicamente. Espero que pueda recuperarse. Diego Simeone, el 'héroe mogol rojiblanco' ha quemado absolutamente al equipo. Apostó demasiado fuerte con las tres competiciones. Hasta que ha elegido, finalmente, la Liga. Una pasada.Y ha perdido una en la que había sido campeón y quizá la más asequible, dadas las condiciones de su plantilla. No ha querido. Creo que se ha equivocado.
Estratégicamente, al primer partido que perdiera, su Atleti iba a perder el nervio, la tensión, la moral, la fuerza de un equipo irresistible. Que no venga ahora con milongas muy argentinas de que su equipo se ha hecho incómodo y hay que acabar con él con facturas extrañas. Simeone es la propia cicuta del Atleti actual. Aunque no tiene toda la culpa. Es la procesión del 'gilismo' con su administración perversa, con la síntesis de una plantilla en la que los 'giles' quieren convertir el agua en diésel, a través de jugadores que llegan gratis. Por eso no culpo con simpleza a Simeone, que quizá ha pecado de 'argentino', que se vende mejor de lo que es realmente, pero que ha sido vergonzoso, ambicioso y único en este Atlético todavía en la era del gilismo. ¿Hasta cuándo este insoportable gilismo?
El Madrid ni quiso hacer sangre. Hizo un partido de armas sin munición. Se limitó a recoger el fruto de dos mediocres acciones de dos suplentes como Manquillo e Insúa, muy por debajo de los titulares. Ahí es donde Simeone pone sus 'atributos' encima de la mesa y demuestra que no le quedaba otra que exprimir a sus titulares hasta la última gota. Partido mediocre, aburrido, esperpéntico con ese mecherazo a Ronaldo, cuando ni siquiera se dio cuenta de que un poseso Manquillo que quería quedar bien por encima de todo, se había retorcido el cuello en su caída. Un Ronaldo que sigue de vacaciones. De penalti los mete hasta un niño. Pero el lance demostró que a Isco ni en pintura le gusta ese puesto de ariete olvidado. La verdad es que el pobre no sabe dónde jugar. Es un desastre. Como Illarra, que no sabe dónde está y es una máquina de juego hacia atrás o en horizontal. Pero daba todo igual. Era un partido tan desigual, un partido quebrado, dentro de la gran crisis rojiblanca. Espero que se recupere, pero se encuentra en un momento bastante preocupante. El Atleti ha hecho "crack". ¿Roto completamente?
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