EL ATLETI NO SE RINDE

El Atlético se resiste a perder la Liga definitivamente. Parecía que su ‘espasmo’ ante el Villarreal era definitivo, pero sus argucias y pasión en Bilbao le han resucitado. Hasta tal punto que ya nadie podrá negar su  tercer puesto en este campeonato, sin que el Barcelona parezca estar tan lejos como se presumía. Y en cuanto al Madrid, con los Reyes Magos, en Copa, tendrá su gran test con el odioso, eterno enemigo.

Ni en la directiva del Atleti ni entre los aficionados se entiende que Simeone se decante por Mandzukic. Uno tampoco lo entiende. Y menos tras los tres goles de Griezmann y su exhibición en el nuevo San Mamés. Ya no sólo por su triplete. Su velocidad, su astucia para resolver en los momentos decisivos y su técnica, supera a cualquier atacante en el actual Atleti. Lo demás son caprichos de entrenador, que en el caso de Simeone es casi un ataque continuo. 

Tiene sus razones. Tras la temporada anterior se puede mirar el ombligo y convertiste en un icono absolutamente ególatra. Lo que quiera. Pero mejor le iría al Atlético, dado el sistema de Simeone, aprovechar la astucia y velocidad del francés. No se trata sólo de amortiguar el balón al recibir de espaldas. Hay otros sistemas en el contragolpe.

Cuando Rico marcó a balón parado, pensé que el equipo madrileño iba a morir con el gesto bíblico de quien a hierro mata, a hierro muere. Por el tema del balón parado. Pero este Athletic de Valverde es muy flojo. Le cuesta hacer un gol como si fuera un parto con dolor. No se libra Valverde de grandes errores. Por ejemplo, con la posición tan atrasada de Rico y el exilio en la banda izquierda de Muniain, donde hace la mitad de daño que podría hacer por el centro.

Además, Aduriz ‘murió futbolísticamente’ la pasada temporada. Ahora mismo está acabado, al borde de la inoperancia. Han pasado los años y ha perdido esas fracciones de segundo que le descomponen. Encima, por culpa de su impotencia, le clavó los tacos a Siqueira. Nunca me gustó Aduriz y menos cuando juega con violencia. Es el mismo caso de Gurpegui, un jugador nefasto, siempre problemático y que en defensa es un repelente disparate. Otro gran error de Valverde, que lleva camino de salir por la puerta falsa en Bilbao.

Aunque Valverde me puede contestar que no tiene jugadores. Con lo que volvemos a la vieja entelequia del ‘vasquismo’ del Athletic. Una vez más apoyo la moción de que es un postura absolutamente reaccionaria, cerril y ridícula no dejar que otros jugadores del territorio europeo jueguen en el Athletic. Es la puñetera contradicción del PNV, que quiere independencia, pero con la Unión Europa. Mientras tanto, que los jabatos de Simeone  acabaron paseándose más allá de la ría, casi vestidos de blanco, aunque fuera un  blanco desteñido.

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