BAYERN MUNICH | 3 | 0 | FC BARCELONA |
El Bayern hizo un entrenamiento bajo la lluvia y la nieve ante un “sparring” juvenil, que corría mucho, sobre todo cuando le quedaban fuerzas, pero sin inteligencia y mucho menos facilidad para poder hacer un gol.
Por lo menos, los jugadores fueron los únicos en tener vergüenza y lucharon hasta el final, pero no tiene jugadores decisivos. Ni siquiera con nivel europeo. Era imposible que el equipo lograra algo en la Champion, cuando sólo ha logrado dos tantos en toda la historia del grupo. Desde hacía veinte años el equipo azulgrana, desdichadamente vestido de amarillo, no llegaba a los octavos de final de la Champion.
Xavi ejerció un partido más de novato, novatísimo. Ordenó una presión axfisiante -sólo funciona cuando tienes gol- y le duró veinte minutos. A partir de ahí el Bayern se entrenó sin preocupación ni siquiera con la necesidad apretar el acelerador. No necesitó ni a Lewandowski.
Jugarle de tú a tú al Bayern era una barbaridad. A Xavi se le ha puesto ya cara de perdedor. Y cuando eso ocurre. Ignoro si podrá aguantar fracaso tras fracaso. Sobre todo, con el descaro de Laporta, que no dudará en sacrificarlo, porque ni siquiera era su favorita par el banquillo azulgrana.
El esperpento barcelonista es histórico. A trece puntos del líder de la Liga, fracasado e incapaz de llegar si quiera a los octavos de la Champions. Y, encima, arruinado, con otra grave recaída económica con tanto desastre será muy difícil soportar la temporada. Queja el espejismo de la Liga Europea.
El culpable de la calamidad en el Barcelona, para mí es Joan Laporta, que volvió por egocentrismo personal, cuando no tenía ni dinero para avalar su presidencia, lo que le obligó a ir pidiendo dinero prestado al independentismo catalán. Patético. En ese momento, con su triunfo en la presidencia, el Barcelona inició su carrera hacia el infierno.
Laporta aguantó a Koeman, aunque lo odiaba. No le pagó para echarle hasta que no hubo más remedio. Aseguraba que Messi se quedaba, porque presumía de amistad con el argentino. El caso Messi acabó con un desastre y una enorme vergüenza para Laporta, quejándose que Bertomeu había hundido al club, como si no lo supiera.
Cuando se vio hundido , sin dinero y con la afición absolutamente hundida anímicamente, se sacó del “conejo” de la chistera: Xavi. Y lo presentó como el “mesías” en un espectáculo de propaganda como en los mejores tiempos nazis. ¿El Mesías? ¿Cuál era el curriculum de Xavi como entrenador?. Ahora se ha demostrado que ni es el mesías ni siquiera un entrenador que esté a nivel de las exigencias de un equipo como el Barcelona.
Ahora, ¿qué hacer con Xavi cuando ya no le sirve como escudo?. Ahora para reflotar con trampas dejará al club en manos de fondos buitre. El hundimiento del club. La único solución es decirle a Laporta, que se vaya, que ha empeorado incluso al club hasta dejarlo al borde de las profundidades del fútbol.
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