En la actualidad, muchos periodistas deportivos se han convertido en emisarios de las noticias del mundo más subterráneo del fútbol. Es decir, agentes de futbolistas, tratando jugadores, directores técnicos y oportunistas que flotan mezquinamente sobre una piscina de millones de euros. De la “grande bouffe” del fútbol.
El otro día me quedé perplejo al leer que Florentino Pérez y su valido, el sospechoso Jose Angel Sánchez, podrían perder a ese “enorme caza talentos” el tal Juni Calafat, que ha traído los fichajes de Militao, Vinícius, Rodrygo o Reinier. Entre otras joyas.
Era como un globo sonda de algún periodista emisario, que al revés de la noticia, quería salvarlo, porque Florentino puede estar harto de esos fichajes, que él aprueba, pero desconfía del rendimiento actual de casi todos ellos.
Pongamos el caso de Vinicius. Me decía un gran jugador de fútbol que, con esa cara, no se puede ser un buen futbolista. Para mí, es el típico regateador brasileño que se cree que lo más importante es un regate, una finta para llevarse el concurso del público.
Eran así Robinho, incluso Neymar, por poner los más llamativos. Vinicius es todavía más esperpéntico. Es un cómico o lo parece delante de la portería. No mete un gol ni aunque se quiten todos los contrarios del campo, incluido el portero.
Me recuerda a Mr. Magoo, aquel fenomenal ejemplo de como un personaje sólo llega a ver lo que le gustaría. Ese es Vinicius, el nuevo ídolo del piperío madridista, que sólo se fija en los detalles de “jogo bonito”, cuando lo importante es jugar en conjunto y , sobre todo, si eres un delantero, hacer goles o algo que se le parezca.
He llegado a pensar que ese tipo de jugadores envilece y engaña a la gente por culpa de la televisión que patrocina ese tipo tipo de jugadores. Todos son media puntas. El Madrid ya tiene cien, por lo menos. Y empezamos por Benzema.
Hoy Vinícius es el mejor jugador del clásico, gol incluido ?