EL CHOLISMO SEVILLANO

Maravilloso triunfo del “defensivo”, Atletico, según sus enemigos, pero que supone que es el gran reto de la gran ciudad. ¿Quien será el segundo: el Atlético  o el Madrid de febrero?. Atracar el sistema defensivo rojiblanco  no es nada fácil ni siquiera para los grandes “cacos” ofensivos o enormes delanteros.

Formidable Griezman , como si fuera un meritorio, pero con los destellos de las grandes estrellas . Se ha equivocado el Barcelona en preferir a Countinho . Pero, bueno, eso es otra película.

Manejos del “tempo” del partido , sensacional despliegue táctico del gran Simeone en sus tiempos espectaculares. Enorme Diego Costa , sensacional Oblak, Todo un cúmulo de estrellas en el cielo de Sevilla.Pero…

Montella se ha equivocado provocadoramente con repetir el equipo del día del Manchester. No quiero infravalorar ni mucho menos el increíble éxito atlético . Pero regalado el primer tanto a Diego Costa , el equipo sevillano se encontró en una depresión atlética inusitada. La “peste” llegó al Sandez Pizjuán. Una goleada supina, fantástica , increíble, con un final de comedia bufa.

Bueno, si sé lo que ocurre cuando llega la fatiga, el ataque intestinal cerebral de la Champion, los equipos se borran tres o cuatros días después. Imposible una recuperación. Estoy en la certeza de como Simeone podía desgarrar al Sevilla, con tan sólo aguantar los primeros cuarenta minutos. Es un  esperpento de la perfidia positiva cuando te crees la maravilla del mundo cuando desangras al Manchester United. Pero la “sangría” se la hizo Simeone. Sinceramente, el mejor estratega de los “post partidos”. Inteligente, sagaz. Y es que sabe cuando huele al equipo herido  y matarlo a base de goles.

Los minutos finales, con una  dejadez táctica, que no le habrá gustado nada al Cholo. El Atleti se fue y el Sevilla ofreció  su taquicardia final de un equipo que no se resigna a ser tercero o cuarto.

Lo que puedo asegurar que como el rey Lear , el Cholo no se conforma con el segundo puesto, ni siquiera estar  por delante del Madrid. Quiere más. Quiere tocar el cielo con su “nueva torre de Oro”