REAL MADRID | 2 | 0 | ALAVES |
Nadie se sorprende. Es la regla del líder del virus y como ataca a sus enemigos. Un penalti, un Var que siempre sonríe y el Real Madrid ser ríe del destino y la fatalidad
¿Jugar al fútbol? Eso es imposible, con un entrenador al que le gusta marearse a sí mismo o las alineaciones, sin una estructura de juego sin goleadores sin contragolpes, con ese juego de piececito a piececito. La verdad es agria, por mucho que los números contradigan el propio sentido común.
Uno piensa que parece absolutamente imposible que el Madrid pierda el título. No creo que Granada ni Villarreal se puedan librar de algún penalti o alguna aparición mágica del Var. Tendrían que ponerse todos los madridistas enfermos del coronavirus, a pesar de que algunos se empeñen.
El Alavés llevaba cinco partidos sin marcar un gol. Esa pesadumbre psíquica martillea la voluntad del equipo, que como hacen todos frente al desordenado Real Madrid puso en grave compromisos al equipo de Zinedine varios minutos.
Pero el Madrid tiene un cohete en su culo de estrella.
Pongamos, por ejemplo, al exmadridista Joselu que, por culpa de su ansiedad, por quedar bien en sus anteriores tiempos, le quitó dos goles cantados al verdadero goleador, Lucas. Amén de otro gol que perdió en la segunda parte, sólo ante el auténtico héroe madridista actual Courtois.
Por no hablar el coladero que fue la banda del Lucas Vázquez y el Militao, otro misterio de los fichajes blancos, por el que se pagan creo que 40 millones o algo así al Oporto por el suplente de Felipe, que ficha el Atleti casi por un regalo
Todo huele raro en la cúpula blanca de la dirección técnica. El remover el caso Jovic es como remover el chapapote de su fichaje por muchos millones. ¿Nadie sabía que era un tronco irresponsable?
Y, ¿qué decir de Hazard?, que también habla francés, que ha pasado toda la temporada lesionado y que costó más caro que Bale, cuando el galés es el hereje, el maldito, el odiado de Zidane, el de las cuatro Copas Europa más que ZZ. Con la crueldad de humillarlo hasta el paroxismo. Castigado a jugar sólo al golf.
Mientras se malvendía a Marcos Llorente, en extraño contubernio con Gil Marín. El Atleti si podía birlar jugadores madridistas. Para el Madrid, nada de nada. Por no hablar la presencia de ese “fenómeno” Lucas Vázquez y mal vender al posible mejor lateral del mundo. Pero Achraf es de origen marroquí e y Zidane es de origen argelino. Sólo resiste Mendy los caprichos. Claro que habla francés.
Eso se dice: ¡Vaya conflicto el de Achraf!. Pero Zidane se diga o no se diga tiene de rehenes a las alturas del club. Encima es como el doctor Simón de la Liga del Covid. Es el técnico líder en plena catástrofe de Messi, la auténtica tragedia para que el Barça le regalen al Madrid la Liga.
Por no hablar las filias y fobias de Monsieur Zizou, amo y señor de sus megalomanías, a pesar de que el equipo no juega nada más que al estilo “mister Bean”. Y quedan los topicazos de Odriozola, Odeggard, que le crea urticaria mientras que trata de hacer fenómenos a Vinicius, míster Forrest Gump o el delicado Rodrygo. ¿Por qué se pagaron tantos millones? No estará nunca justificado. La peste en las copas altas. Pero es que el mago Zidane ya ha colocado la escalera hacia el cielo de la liga, aunque sea propiamente la escalera de un bombero.
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