EL FANTASMA DE MESSI AHOGA AL BARCELONA

Un Atlético de Madrid rápido e inteligente en el primer tiempo, le bastó para hundir en la melancolía, la depresión y quizá la tragedia a un Barcelona, que ahora es un desastre, en defensa, en centro del campo y en ataque. Además, sin una puñetera estrella para brillar o un goleador. Koeman parece como si alimentara a un dragón que se ha apoderado con fuego y azufre de un club histórico, al borde de la desesperación.

Laporta es un hipócrita o un rehén de Koeman de esos diez millones que le tiene que pagarle para mandarle a  Holanda, con el lazo del fracaso. Nadie se cree que confirmara a su entrenador horas antes del partido con el Atlético, cuando en los tres días anteriores, le habían llamado cirujano para extirpar el cáncer del entrenador holandés.

No se sabe lo que hará hora, pero le entrega los millones, como en la rendición de Breda o el Barcelona lleva camino de la ruina más grande de las últimas cinco décadas. Algo insoportable.

Sólo había que vera la bronca entre Piqué y Busquets para presenciar la cangrena del equipo. Echarse la culpa entre ellos era como una demostración de las crisis que soportan Piqué debe preparar el camino a la presidencia y una retirada digna y Busquets ya no aguanta, no puede ni siquiera por colocación achicar los pases, los demarques entre Lemar, Joao Félix y Luis Súarez, que provocaron el pánico en la retaguardia azulgrana.

El Barcelona era un sucedáneo de los felices días, jugando en campo ajeno, mucho pase, mucho decoro, pero ¿quién hace un gol ese equipo sin una estrella, un goleador, un conjunto absolutamente desanimado?. Sin respeto al técnico, porque todos los días los calienta Laporta y adláteres. Un “magnate” que ha llegado a la presidencia sin poner, casi euros, con fondos buitre o como decía un economista fondos de hienas. Se ha equivocado de tiempo y de planificación el señor Laporta. Puede llegar a ser el peor presidente de la historia del Barcelona.

Ignoro que ven los gurús del fútbol el talento de Gavi, que tiene menos fuerza que un pollo o el tal Nico, que se lo sacó de la manga el holandés para su desgracia y hasta tuvo que quitarlo.

Es posible que el Atlético, en el segundo período, se tumbara a la luz de la luna, porque estaba muy cansado tras el trasiego inicial, pero como conocemos todos a Simeone, cuando se trata de arriesgar en ataque, se vuelve un avaro. Todos para atrás. Y eso que jugaba contra un equipo roto, con un fantasma que le perseguía en todas las posiciones del rectángulo. El fantasma se llama Messi.

Si quieren al héroe catalán de Ansu Fati, se trata de una utopía, al menos hasta dentro de tres años. El torpe entrenador Koeman, empezó con el tronco Memphis, allá perdido en los confines del área, luego llegó Ansu Fati y, finalmente, Koeman terminó con tres delanteros, con el hermanísimo De John, en pleno ocaso. Daba igual.

Desde cualquier punto de vista, Laporta no le queda más pedir los millones con que apartar a Koeman de este esperpento. ¿Con quién?. Hay un parón de liga . Debe escoger algo bueno, bonito y barato,. Si no paga, el caos.