En una infame estrategia, Zidane, el cadete, el novicio, casi regala una Liga en Vallecas, como su admirado Ancelotti en Vigo. En lugar de mantener la tensión en su equipo, porque faltaba «oh la la» , su Cristiano Ronaldo y, lo más importante, el decisivo Casemiro, manda un mensaje al equipo de relajación, porque deja a Modric, a Ramos y hasta la «nueva estrella» Lucas Vázquez en el banquillo. Su discurso es inequívoco. Parece que no le da importancia al lance y compromete a los jugadores a presentarse en el juego -es un decir- como un equipo sin fuste, sin nervio, sin ambición.
Para seguir con la tormenta perfecta, a los pocos minutos el inútil de Danilo le regala un balón a Bebé y el Rayo hace el primero. Sin Casemiro en el campo, cuando falla un lateral, nadie hace la cobertura. Y, encima, había puesto ahí a Kroos, que es el peor lugar donde le puedes poner. En pleno rebuzno de su superioridad, de relajación, Varane le regala al «vinotinto» Miku el segundo. Y el Madrid, ni se había despeinado. La Liga ya estaba regalada. «Gracias, Zizou, por salvar al Rayo», gritaba la grada.
Si ha perdido el partido el Rayo como lo ha perdido es porque tiene un desatino en el banquillo, con el que aparentemente nadie contaba. El nefasto Jémez, esa especie de técnico «pavo real» grotesco, que sólo escupe palabras gruesas y que va a llevar al Rayo a Segunda, no hizo ni una sola muesca para atajar la sangría del equipo, ningún movimiento táctico, ni cambios inteligentes. Mandó a su equipo directamente al desolladero. Es irremediablemente mediocre por su ridícula forma de ver el fútbol con un equipo modesto. Asombroso que encima los gurús de la prensa le tengan como un «profeta». Me muero de la risa. El Rayo necesita, por favor, otro tipo de entrenador que no «se crea lo que no es».
Con la victoria blanca tan pírrica de Vallecas hay varios estigmas que son decisivos para el devenir madridista. Que Jesé no se cuida, que es un inútil como delantero y más lejos de casa, que es cuando se les ve a los atacantes. Sólo se escuda en la propaganda de su «apoderao» , que tiene buena mano con los periodistas. Por otra parte, Isco es otro inútil definitivo. Otro que tiene buena propaganda representativa. Isco en el centro del campo hizo peor a Kroos, a Kovacic, hasta a Modric cuando apareció en la segunda fase, que estuvo ruinoso en el pase y en la concepción del partido.
Isco es un desastre total, lento, que no cubre campo, que le pasan los contrarios como motos y que todavía se permite el lujo de tratar de hacer jugadas individuales absurdas para deleite de algunos piperos. Mal queda Varane. Hizo un partido lamentable. Y el caso de Danilo es significativo. Es rápido, técnico, con infinitas condiciones, pero como defensa es un desastre total. De James ni hablo. Es una estafa de 80 millones. Los socios debían denunciar a la Directiva.
Pero, por supuesto, la culpa de todo es de Bale, que se fue el otro día a jugar al golf. Es un canalla galés que quiere hundir al Madrid. La constante propaganda interesada de los miembros de la sacro santa prensa por acabar con la figura de Bale es lamentable, fachosa y caricaturesca. Aunque no pueden con el fenómeno Bale. Ya no saben por dónde más atacarle, por tierra, mar, aire y hasta por el espacio.
Dijeron que era un «herniado», hasta que tiene una pierna más larga que otra, que no quiere hablar español y que encima juega al golf, como si pegar unos palos fuera agravante para caer lesionado. Pues, bien, a pesar de todo ello, si no es por Bale, Zidane, en estos momentos, el fenómeno Zizou, estaría recogiendo malvas y «les fruits de son jardin«. Siniestro.
Bale debe aceptar la oferta del United. Ya está bien, en un país de piporros y gente refractaria a todo lo anglosajón. Hay una Santa Inquisición frente a Bale y el galés debe decir.:»dwi’n iawn, diolch«. Que quiere decir: «Muy bien, gracias» en galés, ya saben, el idioma de los celtas.. Jamás le dejarán triunfar y descansar, mientras esté presente el ínclito Ronaldo. Da-bye, Gareth. En galés, por supuesto.
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