REAL SOCIEDAD | 1 | 3 | REAL MADRID |
Francamente, el Real Madrid ha hecho un partido pragmático, laborioso, espléndido, a pesar sufrir bajas fundamentales que padecía. Kross puede ser tan decisivo como Marcelo. Por no hablar del goleador, de nuestro “narciso” favorito.
Solventó el lance Borja Mayoral. Un “capricho” de Zidane desde hace tres temporadas, hasta el punto de haberle preferido a Mariano, elección más que discutible, incluso absurda. Pero su “capricho” funcionó.
Lo que se demuestra con obviedad que cualquier delantero centro, rodeado de la capacidad técnica de los madridistas, desmonta y desbarata la imagen de Benzema como ariete. Incluso Borja Mayoral es un “9” superior al objeto de tanto “nepotismo” para el francés. Con un entrenador y un presidente enfrascados en una defensa esperpéntica de un jugador, que puede ser un media punta, como uno más de los que tanto abundan en el Madrid de Zidane actual. Pero, nunca, nunca, jamás será un delantero centro. Es una puñetera rémora.
No he visto todas las victorias de la Real Sociedad, pero deben ser pasmosas y genuinas, porque esta Real Sociedad frente al Madrid fue un mal “sparring”, sin fuste, sin gol, sin fútbol, con eclipses en el centro de la defensa. Y con la mala suerte añadida de que la bala donostiarra que es Odriazola tuvo que apechugar con una otra bala como Theo, que definitivamente es tan excelente atacante como Marcelo, pero también tal mal defensor. Aunque jamás le auxiliaron “los balones de oro” ni Isco ni Asensio se desentendieron de esa banda, como si no fuera la suya. Los “fenómenos” no estaba para esas cosas tan comprometidas.
Le bastó al Madrid arroparse bien en defensa, tocarla con Isco y Modirc, pero a ritmo de tortuga y encontrar dos contragolpes para solventar el lance ante una Real que por virtudes, presupuesto y acciones no le veo más allá de ser un equipo de mitad de la tabla, como casi siempre. No da para más.
El Madrid ha ganado sus dos partidos lejos de Chamartín y ha empatado los dos en su casa. El sistema del “látigo” de ZZ top funciona mejor fuera de casa. ¿Por qué? . La respuesta sopla en el viento. Porque fuera de casa el equipo puede jugar en largo, pases de treinta metros o, al menos, hacer algún contragolpe. Es el fútbol que más hace daño con menos toques aburridos. En casa es un sobo continuo de balón, como ejercía el propio Zidane. Jugar con veinte metros más atrás las perspectivas tácticas difieren una barbaridad. El contrario no tiene espacios, el Madrid la toca mejor y, encima, puede evadirse de la cantinela del “toque-toque” tan inoperante como jaleado por los mandarines madridistas.
Y…¿Bale?. Horrible. Cansino, para quitarlo, dejarlo cuanto menos en la grada y venderlo. No queda más opción.
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