Un Manchester anárquico, torpe e insignificante en ataque, deja al Barcelona en las mismas puertas de la gloria de la Champion. El Barcelona fue el United. Un equipo unido, con desparpajo asociativo, previsto para el peligro y para la fase ofensiva. Se quiera o no se quiera, visto como he visto a todos, incluidos a los City de Pepe y a la Juve de Cristiano, este Barça, que no es el mejor de siempre, se convierte en el gran favorito de la Champion.
Que uno recuerde el Manchester no hizo ni una sola ocasión. Y lo que fue patético: tampoco recuerdo un tiro a puerta. Ter Stegen, a veces, jugó de “libero”, pero no le dejaron ni siquiera una gran parada, con tanto que le gusta ser el salvador de los palos azulgranas. Fuertemente apoyado por un inconmensurable Piqué, que está en la temporada de su éxtasis.
El Barça no hizo un extraordinario partido ofensivo. Con Messi demasiado lejos del área de De Gea y un Suarez anárquico, perverso, teatral e insignificante, aunque hizo todo lo posible para minus valorizar una mediocre defensa del United. Sinceramente, es el peor Manchester que he visto en años. Sólo hay que poner la memoria en el pasado. Ya no hablo de Georgie Best, con sir Bobby Charlton. Hablo de los mejores tiempos de Sir Ferguson. Por no hablar de Pogba, la gran estrella para el criterio de Zidane.
Me decepcionó absolutamente Solskaier, aunque los inversores americanos, incluido el Chevrolet de color de oro, creen es el nuevo Sir de Old Trafford. Se equivocó groseramente desde el pitido inicial, con cinco en retaguardia, un “libero” delante de tanto jugador y un Lukaku y Rashford, a cincuenta y cinco metros de la meta de Ter Stegen.
Imposible siquiera una escaramuza en ataque. En el pecado llevaba su penitencia, porque en plena perversidad del verdadero estilo arrasador del Manchester, recibió ese gol que sólo lo envolvió en color de lujo, ese centro maravilloso de Messi, con el afectuoso error de Suárez, a pesar de que era fácil y un epílogo con un gol en propia puerta de un jugador, que como otros en la noche del Barcelona United, no deben jugar en el Manchester.
Luego, el equipo sólo tuvo sueños y un poco de pesadillas. Con el craso error de Solskair, que en plan abundancia de centros, ya había dejado a Lukaku, el único posible rematador, en la nevera. Solkaier me recordó mucho a Solari, con jugadores indefinidos, sin fuste, nuevos y groseros, quizá aparecidos por una plaga de lesiones. Pero comparase con Mourinho, me parece un lado trágico. No creo que haya sorpresas en el Camp Nou. El fantasma de Sir Alex es como un tenebroso fantasma que ha con vertido al Manchester un equipo vulgar. Es como un brujo lanzando rayos negativos. Por mucho, que aquel accidente en París con el PSG, se hubiera convertido en un espejismo.
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