REAL MADRID | 3 | 2 | INTER DE MILAN |
La soga del ahorcado se la ha pasado el Madrid al Inter, que ya es el último en un grupo rocambolesco. Conte llorará que el triunfo no es justo, pero el Madrid fue más pillo en los momentos decisivos. Y, al final, no tendrá excusas, porque sin la “bestia” Lukaku, este equipo, es menos de la mitad ofensivamente.
Además siempre hay que contar con la suerte del misterio ZZ, que es como la pócima más rara y menos convincente para ganar. Cuando el Madrid iba camino hacia el abismo, con excepcionales ocasiones de Lautaro, Perisic e incluso Alex, el obtuso Inter actual de Conte recibió un gol al contragolpe, de Rodrygo, que de las jóvenes promesas es el único que tiene gol.
Justo cuando el equipo de Zidane era un disparate posicional, viajaba a la deriva y se veía que perdía el partido. Sinceramente, Conte, en ese contragolpe de fallo táctico, perdió el partido.
El Inter se puede quejar de que soñaba con Lukaku, pero es que el Madrid podría aducir que jugaba con los “convalecientes” Hazard y el impresentable de Asensio. Ambos parecen ex- jugadores, aunque se solventó el entuerto con el enorme error de Achraf, en plena excitación por su taquicardia de regreso a Valdevebas, que le dio el gol a Benzema. Y, luego, el clásico “milagro” de Sergio Ramos a balón parado.
Pero, ¿se veía venir la hecatombe blanca?. Si, como siempre, con su tarjeta física, justo a partir de los sesenta minutos, cuando los “convalecientes” se retuercen en “inútiles”, más las suspensiones físicas de Kross, Casemiro y ese verso suelto, absurdo lateral que es Lucas Vázquez.
Al final, el Madrid pareció lo de estos meses. Un equipo roto-roto, sin idea del fútbol, con un infantil maniqueísmo táctico de Zidane y con la posible llegada de un milagro. El milagro de ZZ Top.
Hay una especie de lucha interna entre el chino propietario Steven Zhang, que con menos de 30 años, es un hijo directo de los chinos millonarios del coronavirus y un desesperado Conte, que ha perdido su toque de entrenador, empeñado en jugar la pelota desde el portero, cuando no tiene ni jugadores para ello y encima, sólo juega con tres centrales.
Hace tiempo que el Inter va a la deriva, porque un equipo no puede ser un negocio. El propio dueño había diseñado un operación de quedarse con Bale gratis, la temporada pasada, utilizando a un equipo chino como puente. Pero, afortunadamente, Pérez es amigo de los chinos y hundió la operación.
En cualquier caso, el lance fue entretenido, una mezcla de una película de Fu- Manchú, con otra de terror del magnífico Dario Argento. Un suspense que llevaba el estigma de este Inter chino, que si el famoso H.H. levantara la cabeza sufriría un espasmo.
Si me preguntan que pasará en el grupo, pienso que la clave estará en San Siro, porque veo más factible que el Inter chino no logre levantar cabeza. No gana un partido. Gracias, Conte.
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