EL NUEVO CASTILLA DE SOLARI

REAL BETIS12REAL MADRID

Es posible que el argentino Solari se “arrugó” como dicen en su país. Es decir, tuvo miedo a un bien publicitado Betis y sacó a cinco defensas y el autobús de Clemente en el segundo período.

Parecía el Real Madrid un equipo menor, como el Eibar, que digo, peor que el Huesca. Fue un milagro que conquistara el partido, por una felonía de Ceballos a su gente del “barrio”, donde jugaba tantas veces. Pero quizá los insultos le sacaron la bilis de su venganza.

En fin, Reguilón, Valverde, Cristo, Vinicius… El Madrid era el Castilla y sufrió como un equipo menor. Mi opinión tajante es que Zidane, con esa especie de doctor Mabuse, que es el siniestro Pintus, fundieron y quemaron al Real Madrid en sus tres años de tan sonada resonancia.

El punto del climax se alcanzó con la final de Cardiff, pero estos meses es la demostración de que Zidane quemó, se aprovechó y fundió en mediocridad física para quedar como un héroe con sus tres Champions. Y el que no lo quiera ver, ignora como el técnico abandonó el trasatlántico blanco para no hundirse con él, como un enorme egoísta, como el héroe de una gesta. Tanto Zidane como su doctor Mabuse conocían el estado de este Madrid victorioso, al borde de la ruina.

Algo parecido debió pensar Ronaldo, que deambula por Turín y el Calcio, aun que los misioneros del luso lo vean como incontenible. Me he visto casi todos los partidos de la Juve y está peor que el año pasado. Cosa lógica. Tiene un año más.

Para reflejo de mi opinión sólo hay que poner el ejemplo de Modric. Hizo treinta minutos brillantes, luego se derritió como el hielo en el fuego. Es la prueba irrefutable que el doctor Mabuse ha acabado con su potencialidad. Como con Marcelo y, si me apuran, hasta con Isco.

El Betis juega como una tartana. Muy bonito, pero no le hace cosquillas ni al al Castilla. Lo digo ahora: como no fichen un goleador solvente, aparece como fantasma la posibilidad de la tragedia de la caída una vez más a Segunda División. Setién siempre me ha parecido un ilusionista, un soñador de un fútbol poco realista, sin verticalidad, asociado al más triste recuerdo del lento tiki-taka. Quizá si tuviera a Messi, Iniesta e Xavi lo entenderían en el Heliópolis. Pero no disfruta de ellos. Canales, Guardado y Lo Celso son simples caricaturas. Por no hablar de Joaquín, que cuenta muy bien los chistes para conservar el puesto, pero en el terreno de juego no cuenta ninguno y no tienen gracia.

El gol del Betis fue en fuera de fuego, por poco. Canales se había metido delante. Pero era un gol merecido por la abulia, por ese consentimiento madridista en Sevilla.

Solari creyó ser el hipnotizador doctor Caligari, pero el sonámbulo que usaba para asesinar al Betis era más torpe que el Ivor del “Jovencito Frankenstein». Me dicen que Vinicius se ha metido al madridista en el bolsillo, pero también lo había conseguido Isco, hasta que se ha descubierto el “pastel” de su mediocridad.

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