EL PITO DE MESSI

El pito de Messi no es que sea el más largo. Simplemente, es el que más se oye. El más impactante. Es el Harry Potter del fútbol. Un pito que declina música celestial, comparado con esos pitos desafinados, mal coordinados, como una masa coral de pitos borracha, en el inicio de esta gran final Catalunya-Euskadi, que con el tiempo será la final Ibérica, como sueñan esos pitos cutres, desordenados, como si fuera uno de los temas de discoteca barata. ¿David Getta, tal vez?

Messi ya ha dejado desnudados y ridiculizados  a Guardiola y Luis Enrique. Harry no necesita maniobras tácticas. No se puede jugar tácticamente peor que el Barça de Lucho. Hasta el Athletic de Valverde se rió estratégicamente de ese Barça, que se debía llamar Barça Messi F. C.  Es un escándalo. Cuando el Bayern de Pepe jugaba mejor en el Camp Nou, apareció Pottero, bueno, el mago Houdini y se rió de ese embuste táctico de Pepe. Cuando quiso en esta final ibérica se rió hasta de cinco jugadores y se acabó el partido. Luego, los tontos contemporáneos dirán qué bien jugó Neymar. ¡Qué bien empuja la pelota a puerta vacía!

¡Ay, que ni el RH negativo de Sabino Arana ni el padre que inventó los pitos! Era absolutamente imposible que el Athletic le hubiera podido ganar a este Barça que ha recuperado al mago, el guardián del legado de Zaratrustra. Este argentino se rió de los nacionalismos. Esos odios ridículos  que Aristóteles definía como un deseo de la aniquilación de una nación que es incurable por el tiempo. 

Hubo minutos que el Athletic parecía un "sparring" al que Messi vestido como boxeador le trataba como un "punching ball". El meta alemán del Barça ni siquiera tuvo que parar un solo disparo, aunque marcara Williams, el jugador negro vasco, que es la prueba decisiva de que esa reaccionaria y vetusta ley no escrita de que todos los jugadores deben ser vascos en el Athletic es tan estúpida como cuando Sabino decía cosas como esta: "oíd a un vizcaíno y escucharéis la más eufórica, moral y culta de las lenguas como la de Euskadi. Oíd a un español y sólo escucharéis rebuznos".  No sé cuántas decenas de años lleva el Athletic sin ganar un título de Liga o Copa. Pero es muy vasco ser así. Como la metáfora de un macho nacionalista como Aduriz que se reía durante la gran pitada desafinada del inicio y casi lloraba al final. Menudo pájaro. Pero para aullidos los del lobo Carrasco. Que barbaridad. De vergüenza ajena. 

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