REAL MADRID | 0 | 0 | REAL BETIS |
Un Real Madrid enredado en su caótico sistema ofensiva no puede con un Betis enfermo, que había estado en estado comatoso. Ni con la regalía de que hubiera podido ser líder, tras el nuevo fracaso del esperpéntico equipo de Valverde, el Madrid de Zidane no ha tenido ni gol ni juego ni garra.
Hubo la espuma del inicio cuando sale en Chamartín, pero a los veinte minutos, se pudo comprobar que el equipo, en conjunto, no juega a nada. Y se inició la angustia de la excitación madridista, condenada por el tortuoso Zidane a jugar sin referentes ni en el centro del campo y ni mucho menos en ataque.
Me da pena como los “gurús” madridistas amplifican la magnitud de jugadores de 18 años, cuando sólo les llevan a la agitación y al nerviosismo de los pretendidos ases del balón. El otro día Rodrygo era un fenómeno. Hoy sólo ha sido un cero a la izquierda. Y para solucionarlo, un degradado Vinicius demostraba que todavía más su ansiedad resulta patética. No se pueden hacer ídolos de la nada.
El famoso caso de Benzema, el famoso “gato” de Mourinho , ya es reiterativo. Pasan los años y los posibles mandarines de la Casa Blanca no se convencen de que jamás podrá ser un goleador. Ni con transfusiones de sangre de Lewandosky. Por no hablar, una vez más, de Hazard, que no se acuerda ni remotamente de cómo jugaba en sus años en el Chelsea.
El Madrid también pagó el cansancio. Es ridículo como este equipo se define por una deficiente preparación física de “monsieur Dupont«. Me cuentan que Zidane es como el Pepe Botella del vestuario blanco. Ha creado un corralito de jugadores con lengua francesa, a base de Varane, Benzema y las últimas incorporaciones de Mendy y Hazard. Es un país de “bonaparte” en el vestuario blanco.
Ya no vale el “amiguismo”. El fútbol ha cambiado. Por fin se ha convertido en un juego de conjunto, entre el equilibrio, la persuasión táctica y los movimientos entrenados e insoslayables. Que se lo pregunten a Messi, que se ve absolutamente impotente, por un mediocre Valverde a la altura de Zidane, que ha llegado a corroborar sus mediocridades hasta con el posible liderato del Granada. Patético.
Nunca he creído que Rubi fuera un mal entrenador, pero le ha costado y le cuesta un mundo abandonar aquel juego estúpido y quimérico de Quique Setién. Poco a poco crea nuevos automatismo para salir del cadalso táctico de antaño. Con ese Fakir, que tiene mucha calidad.
El otro fenómeno pretendido por los acólitos de de la Casa Blanca, Valverde se ha quedado a descansar, porque la “cabeza del turco” no va a ser fácil, con la llegada del Galataseray, partido harto decisivo para…Zidane.
El “ser superior”, al parecer, está hasta las narices de que su Real Madrid sea una zozobra continua, de que haya perdido un prestigio mundial y que Zidane juegue ”a la francesa”. Un error más del “bonaparte” del vestuario y ya puede soñar con lo que gusta: ser el nuevo seleccionador francés. Le puede quedar menos de un año.
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