ES DE RISA PENSAR QUE ZIDANE PUEDE HACER UNA REVOLUCION

Real Madrid's French coach Zinedine Zidane looks downwards before the Spanish league football match between Valencia CF and Real Madrid CF at the Mestalla stadium in Valencia on April 3, 2019. (Photo by JOSE JORDAN / AFP)

Escribía el 12 de marzo que con Zidane volvería la agonía en el Real Madrid. ZZ Top, definitivamente,  puede escribir el epitafio del  final de una era. Queda claro que Florentino Pérez y Zidane van de la mano para firmar ese epílogo.

Es una solemne majadería hacer creer a los «piperos» que Zidane pude hacer una revolución en Real Madrid. Un error, porque el  presidente lo utilizó como cortina d humo, cuando se vía con el agua al cuello  y ya  pedían su dimensión, un clamor en el Bernabeu, tras las tragedias con el Barcelona y el Ajax. Jamás pensé que se podría echar al barro, tras la traición de Zidane, que había sido parte fundamental de un delirio, que acababa con una temporada nefasta con la Liga y la Copa perdidas en el mes de enero.

¿Ya no se acuerdan del ridículo madridista en las dos últimas temporadas? Condenadas al fracaso, con la lamentable última temporada, sólo salvada, porque a Zidane le salvó el título, el pescuezo  precisamente Bale, al que había dejado de suplente en los últimos partidos, para sustituirlo por una «tartana«, llamada Isco. Pero era el exponente de su personalidad. Su estilo de juego, su amor por  jugadores que juegan en cinco metros cuadrados, sin verticalidad, sin velocidad, pero con la técnica d un «juego bonito» que era y es fácilmente inutilizarlo, con una posición simple en las coberturas defensivas de cualquier rival.

Me niego rotundamente que Zidane pueda hacer la revolución en el Madrid actual. ¿Va a poder domesticar al capitán trueno de Sergio Ramos?. Zidane no pued ser el «liquidador». No puede hacerlo  con Marcelo, con Modric, con Casemiro, con el inútil goleador de Benzema. No se atreverá.

Hay demasiada relación sentimental y triunfal, precisamente , por las tres últimas copas de Europa. Zidane es el menos indicado para formalizar una revolución. Las revoluciones se hacen con revolucionarios y Zidane no puede serlo con sus jugadores de los últimos cuatro años. Imposible.

El orgullo «tras la espantá» de Florentino sabía que hubiera sido firme si no le hubiera explotado la crisis en la cara, con sus errores con con Lopetegui, con Solari y, finalmente, utilizando a Zidane para expulsar tinta como un pulpo y salvarse de su hecatombre propia. Pero es el gran culpable por sólo pensar en pasar a la historia con un estadio nuevo . Ser superior a Santiago Bernabeu. El mejor presidente de la historia. La soberbia  le condujo en no fichar jugadores imprescindibles, en la defensa, en el centro del campo y, sobre todo , goleadores. Es el gran culpable de lo que está ocurriendo, camino de la por temporada de la historia, qu choca con la gloria de la presidencia.

La única revolución posible hubiera empezado con la contratación de un gran entrenador. Sobre todo, que los jugadores adormecidos no conozcan.  Cueste lo que cueste. Y no hablo de un acabado Mourinho. Técnicos de personalidad revolucionaria como Klopp , que ha cambiado la faz del Liverpool, con la mitad del presupuesto del Madrid. Incluso la revolución pacífica de Pochettino. Se me ocurren otros entrenadores revolucionarios y no  precisamente Guardiola.

Pero, por favor, Zidane, no . Era el único que no puede hacer esa revolución necesaria. Y mañana hablamos de los jugadores que quieren malvender, cuando el problema estaba en casa, en el absoluto empacho de éxitos. Ingobernables, demasiada autocomplacencia.

Sin variar, sin cambios, en las tres últimas temporadas. Camino del precipicio con Zidane. Mañana hablamos de los jugadores.

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