Sinceramente, el partido Gerona-Real Madrid del próximo domingo debería suspendes definitivamente. No hay que perder ni un minutos más. Quizá aplazarlo hasta que la locura o el delirio catalán se pacifique.
Con los días que vienen, el domingo está muy lejos, pero seguro que será la caldera del diablo. Llega el enemigo, el centralismo, el gran enemigo, representado por el Real Madrid. Sea quien sea, o la Liga Profesional, la Federación española, hasta la Federación catalana -el presidente ha dimitido- deben adelantarse de los acontecimientos.
No es un partido de alto riesgo como suele pronunciarse. Será una especie de bomba nacionalista. Pacífica o violenta. O ambas.
Aunque los independistas digan que sólo habrá pancartas, esteladas y demás propaganda nacionalista, nadie puede dejar de pensar que haya locos o violentos radicales que quieran “pasar a la posteridad” con una invasión de campo o tal vez ponelerles propagandísticamente una estelada a Ramos, Ronaldo, … Incluso que les pueda pasar algo.Sería una tragedia. El partido se ve en todo el mundo y pienso que los nacionalistas catalanes no perderían semejante oportunidad de ataque o de victimismo, según les convenga cuando el mundo entero puede ser testigo.Máxime cuando hasta el mísmisimo Ayuntamiento de Gerona ha declarado persona no grata al Rey. El Madrid lleva la corona de la monarquía. No se puede meter al equipo de fútbol madridista en semejante escenario político.
En definitiva, sería una locura que los dirigentes deportivos catalanes, españoles o nacionalistas no pongan veto , una prohibición , un paréntesis de un partido sumamente peligroso. No es poner la venda antes que la herida, como ha dicho alguien de la Cup. Simplemente, es un ejercicio de razón, de prudencia, lejos de la “folie” actual en Cataluña.
Es tópico de los independistas desde hace muchos años utilizar ese slogan de “Catalonia not is Spain” . Ahora, en este momento, perder la ocasión dada el momento de zozobra, es algo más que una tentación.
Siempre se ha dicho que el deportes es otra cosa, que el fútbol no tiene nada que ver con la política. Disiento. Es que la vida, sea lo que sea, es política.
Este partido si no se suspende o se aplaza, sería una gran dejación de responsabilidades. Suplico en estos tiempos tan convulsos que no se juegue el partido. Lo de a “puerta cerrada” es injusto y una “boutade”. No se puede dejar el enfrentamiento como una moneda política.
Ya sabemos que los nacionalismo desde que el mundo es mundo siempre malgastan su tiempo en crear mundos de fantasía irreales. Sus estupideces suelen parecer originales, pero en realidad son siniestros, truculentos y siempre paranoicos.
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