ESPAÑA | 4 | 0 | GEORGIA |
La selección redimió su prestigio herido , gracias a golear a un posible equipo sucedáneo de la Tercera División española .No se puede presumir de meter cuatro ante un equipo amateur.
El partido no tuvo ninguna historia , salvo la caótica elección de jugadores de Luis Enrique , que marea a jugadores , a la afición y al prestigio del fútbol español. Y todo a media luz , con la cuatros torres de “los viveros”. La luz está muy cara.
Para empezar, el seleccionador recibió una sonada bofetada de Marcos Llorente, que fue del mejor del “nuevo equipo” , porque jugó donde debe jugar. Dio dos goles y fue un espectáculo por el lado derecho. La idea de Luis Enrique de que sea un lateral defensivo derecho o un medio estorbo, demuestra que este tipo es un constante insoportable personaje de fibias y fobias.
Para aumentar la confusión nos introdujo desde Braga a Abel Ruiz (?) al que creo que conoce de los equipo juveniles de su querido Barcelona. Fue el sustituto del “ariete gafe” Morata , pero a Abel ni Caín podía evaluarlo , ya que jugaba ente una tela de araña blanca, tan blanca como la bandera georgiana. Pero hacer algún gol, ninguno, como Morata.
A propósito de esta selección de Georgia , que tan sólo tiene apenas veinte años de existencia, no es ni siquiera un país europeo , metido en el Mar Negro . Con la excusa de que se les puede llamar euro-asíáticos , los amorales personaje de la UEFA los meten en el viejo continente , como si ya no hubiera suficientes países , incluido Kosovo, el próximo rival de la selección y que no existe para España.
Para los señores recaudadores de la UEFA, con tanto paniaguado , es un país más para engordar las recaudaciones televisivas , menguar con lesiones las Ligas nacionales y engordar un a institución como la UEFA , que es la peligrosa Sylbania de los hermanos Marx. En fin , una vergüenza.
Con tres a cero y el horizontes plano, Georgia casi logra dos goles. En la segunda ocasión, Luis Enrique , a través de la virgen de la Soledad de Badajoz , el leve despeje de Unai Simón , el balón , de milagro, pegó en el larguero. Así que por vez primera ven en esta clasificación hacia el infierno caluroso de Qatar , la selección no recibió un gol , que es lo contemporáneo, con ese portero debajo de la portería.
El aislamiento de Luis Enrique y de su propia su soledad tuvo a la patrona de Badajoz como ayuda de un armisticio en su guerra que pierde en el fútbol español. Le llaman , pero Lucho no puede ser seleccionar nacional.
Marea a los jugadores, a los periodistas , a la afición , incluso a ese extraño personaje presidente de la Federación. Hay que recordar que Luis Enrique ha lanzado a “la fama” nada menos que quince jugadores ,en tan sólo un puñado de meses, que el gran público ni sabía quienes eran en la mayoría de los casos . Malo , mal agüero , cuando ni el aficionado puede dar siquiera cinco titulares del equipo de su país.
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