KOEMAN NO ES MESSI

BARCELONA21DINAMO DE KIEV

Partido mediocre, muy mediocre de un Barça que creí superior tras su exhibición en Turín. Ganó casi vergonzosamente, con el auxilio del “héroe” Ter Stegen ante un equipo ucraniano aniquilado por el Covid, con bajas hasta en los equipo auxiliares. En fin, una vergüenza, en la que se demuestra que nunca me gustó Koeman como entrenador.

Pero más grave es todavía el eclipse de Messi. Que sólo marca de penalti. Que se arrastra por la zona del área sin tino ni velocidad. Un oscurecimiento patético. Con lo cual agrava más el peligroso paseo por el paseo con el diablo del actual Barcelona, arruinado, sin presidente y con un que nunca fue brillante.

Explico que Koeman ha adulterado el sistema genuino del Barça, el que Messi se inventó por mucho que digan los eufemismos de Pepe Guardiola. Siempre el Barça jugó con un escoba en el centro del campo, con el maravilloso Busquets y otros dos interiores de derecha a izquierda. Y siempre Messi desde el lado derecho. Koeman le hace jugar a Busquets en paralelo con esa tartana que es Pjanic, que juega a velocidad de viejo fútbolista. Un cuatro-dos-uno-tres, que me parece una desdicha.

Encima Koeman cree en su genialidad y coloca a De Jong de central, un coladero, sobre todo tras los primeros minutos. No sé si también a Messi le pide jugar casi perpetuamente por el centro. Un galimatías, porque el que fuera el mejor jugador del mundo, se le revuelven los demonios cuando Ansu Fati juega con dios y el demonio. Le tiene celos. Ansu Fati es el único el único jugador actual del Barcelona al que es maravilloso verle jugar. Como si un nuevo astro hubiera caído del cielo barcelonista.

No me gusta Pedri, no mucho, es un jugador disidente de la excelencia. Por no hablar de Griezmann, el mayor fracaso del Barcelona económica y futbolísticamente. No poner a Dembelé, me parece un crimen.

Así que con cañas y barro, el viejo zorro Lucescu le jugó al Barcelona con una inteligencia, un mundo posicional que comparado con el de Koeman parecía un mundo feliz, ante un garabato técnico de niño del holandés. Pudo empatar y pudo ganar el diezmado Dynamo ucraniano. Sólo ‘San’ Ter Stegen habló con los viejos sabios del club en los cielos y solucionó una tormenta que se hubiera convertido en una grave crisis, tras la debacle de Vitoria.

Afortunadamente para el Barça , ya está metido en la próxima eliminatoria de la Champion, con un eclipse de Messi, un equipo con la luces apagadas de Koeman, sin presidente y sin dinero. Pero es el gran Barça.

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