Lo cierto es que el Barça no ha podido con el Atlético en ninguno de los tres partidos de esta temporada. ¿Qué significa ese dato? Pues, francamente, que el cholismo está en pleno despliegue de un milagro, porque su Atleti es bastante más flojo técnicamente comparado con esos dos monstruos inapelables que son el equipo de Catalunya y el Madrid del tándem Ancelotti-Zidane.
Sinceramente, me parece un Atleti milagroso, aunque en este lance no hubiera tenido el aire suficiente para poder abatir al gigante, aunque tampoco esté como a principios de temporada. Pero es un equipo indomable, solidario, estricto. Todo lo más lejos del Madrid actual o del propio Barcelona que es otro retrato perfecto que se difumina partido a partido.
Alexis salta en el centro del campo en busca de un balón aéreo. (Foto: Afp)
¿Por qué? Porque sustancialmente el Tata Martino ha desvirtuado la esencia, el elixir mágico que les proporcionaba Guardiola. Pero no todo es culpa suya. Lo más grave es el nepotismo, la dictadura que Messi ejerce en el Barça. Para colmo, Messi parece más gordo. Por lo menos, ha ganado un volumen corporal que no se le apreciaba antes. Eso significa perder velocidad, reflejos y su genial electricidad. Pero sigue siendo un superdotado. Sólo cuando Messi apareció, el Barça podía presumir de ganar el partido. Y más con Neymar.
El miedo de Tata a explotarlos ha condicionado formal y desgraciadamente al Barcelona. Le ha dejado con la etiqueta de calidad, un equipo de gran tono, aunque sin la magia, la maravillosa brillantez de antaño.
Hay más datos a favor del Tata. Por ejemplo, la forma actual de Xavi. Ha dejado a ser el cerebro luminoso de antes. Está lento, impreciso y sin claridad de ideas. Obviamente, en el letargo de su ocaso. Tampoco ayuda Iniesta, cada mía más propenso a las lesiones, por su forma de jugar y su pérdida de velocidad. El único que ha emergido como Ave Fénix es Piqué. Busquets es peor ahora mismo que Gabi, con diferencia. Busquets era un jugador vital en la escala de valores del Barça. De ello se dió cuenta el populista o peronista Simeone ("nosotros somos el equipo del pueblo"), al que atacaron con una presión asfixiante los "gladiadores" del Cholo.
Pero de lejos, Atlético y Barça ha demostrado que son los justos campeones de invierno. Con mucha diferencia. Precisamente, en una Liga que parece un tango ,al que se baila con argentinos. Tenemos a Simeone, al Tata, como cabezas de los dos grandes. Por si fuera poco, el cuarto equipo más rico como el Valencia también baila tangos con Pizzi. Sólo faltaría que Valdano, el "traidor" madridista, pudiera colocar no se sabe como, a su mesáis particular llamado Bielsa, en "su" Real Madrid. La Liga del Tango. Entonces, Florentino Pérez se habría aliado con el diablo
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