LA «OKTOBERT FEST» REAL

Comprobar cómo rumiaban los muniqueses de los «españoles» del Bayern, era hasta patético. Toda la culpa del éxito, enorme éxito del Madrid ante el Bayern, eran culpas para Xavi Alonso, Bernat, por supuesto, Javi Martínez y hasta Robben y Ancelotti, a los que señalaban incluso como madridistas de corazón.

Al final, el Real Madrid se volvió a reír de una afición, que ronda la ira de la cerveza. Entre tantos litros, el triunfo blanco me recordaba la «Oktoberfest» del Real Madrid, pero en el mes de abril. La pena es que el equipo de Zidane no haya puesto un epílogo a la eliminatoria. No haber acabado con el Bayern en su propia casa. ¿Se arrepentirá?. En el fútbol todo es posible. Fíjense lo que sugiero. Creo en los efectos taurinos. A la faena del Madrid en Múnich le faltó el final del «cachetero», el golpe de gracia. Es verdad que apareció la figura inmensa de Neuer. Los blancos se fueron con las dos orejas, pero sin el rabo. Y lo peor es que como se dice, «todo es toro hasta el rabo».

Se dirá que Ronaldo hizo un partido inmenso. Es mentira, sólo ejerció de goleador y cuando le era más fácil, cuando el Bayern ya estaba cansado. Demasiados jugadores muniqueses con más de treinta años. El reaccionario y extremista de Rummenige no ha sido capaz de renovar un equipo de viejos, con Lahm, Alonso, Muller, Ribery y Robben. Todos ellos mayores de treinta años. Con uno menos era un equipo de viejos y pátético. Por eso digo que no se entiende el «perdón» blanco. En el campo, me parecía increíble que el Madrid perdonara tanto.

Entre tanta alegría madridista, se masca la tragedia galesa. Bale es ya casi un ex-jugador Del Real Madrid. De buen amigo, me han dicho que no soporta a Zidane, que no está para jugar de de defensa derecho, dandole mayor apertura a Carvajal y hasta Modric, que jugaban más adelantados que él mismo, durante el primer período. Solo por tapar al austriaco Alaba, que ya no es el fenómeno que todos pensábamos. Bale también se ha ganado su Balexit de anoche, porque ha fracasado en su inmersión española. Ni ha aprendido todavía el castellano. Me dicen que el nervioso de Mourinho incluso ya ha hablado con su agente. Me parece hasta lógico. Bale es una porcelana muy cara, demasiado frágil y no soporta trabajar como un peón, mientras que Benzema y Ronaldo no existieron en el primer periodo, cortesía de Zidane, que volvió a sembrar un campo de tulipanes en el Allianz. Hay que recordar que probablemente el Madrid pudiera estar al borde del abismo, si Vidal llegar a meter el penalti. Y que justo se lesionó Levandoski. La flor de Zidane es épica. Mientras que a Ancelotti le crece su ciprés de difunto. El ciprés decrece por momentos.

En cualquier caso, el Bayern pudiera ser mejor sin el perezoso Ancelotti. Pero, como decía mi amigo alemán: «esos españoles del Bayern…»