BORUSSIA DE DORTMUND | 4 | 0 | ATLETICO DE MADRID |
A pocos días de ese invento americano del Halloween, al Atlético le dieron hasta tres calabazas machacadas en Dortmund, al estilo Billy Corgan, en medio de una borrachera de cerveza en la grada . Tipo Dortmund, naturalmente. Como suele ser un habitual defecto, el Atlético inicia las primeras partes y la segundas partes con una intensidad insoportable para cualquier rival. Pero la cuerda no tiene las pilas suficientes.
En más o menos quince minutos, el “souflee” de Simeone baja que es un escándalo hasta convertirse en un equipo sin brújula, sin velocidad, agotado, como un boxeador sonado, que le pueden dar como a un “punching ball”. Triste.
El Borussia pasó encima, como una apisonadora, de las calabazas atléticas, hasta machacarlas, sin ni siquiera haber un partido brillante. Ese soberbio técnico que es el suizo Lucien Favre, el nuevo Klopp de la Renania, ha obrado el milagro de crear un equipo muy vertical, vertiginoso, con un olfato de gol increíble. Le metió cuatro al Atlético y no recuerdo un tanteo tan perverso y dramático en la historia reciente de Simeone.
¿Qué pasa con Simeone?. Hay un maniqueo sentido en muchos atléticos que conozco que acusan a Simeone de rutinario, obstruccionista y que ha ha convertido al equipo en un sistema “cholista”, con sus caprichos y pecados.
Me parece un tanto injusto, pero lo cierto es que el Atlético no está nada bien. Si en Villarreal fue un clamoroso ataque de nervios a la cervical del equipo, en Dortmund pasó una vergüenza fatal. En el fútbol actual no te pueden meter cuatro goles, aunque sea todo el líder de la Bundesliga. ¡Que lejos queda en la mente atlética la final de una Champion en el Metropolitano!.
Hay un debate entre Thomas y Rodri. En cualquier caso, a Simeone no le gusta ninguno de los dos. Su “alter ego” era Gaby. Ha cedido con las presiones de Thomas, por su amenaza por irse al fútbol inglés, pero tampoco le da los galones a Rodri, que es quizá demasiado lento y demasiado blando, como se demostró con los ataques de la caballería ligera del Borussia. Siento o sigo sin entender como a Saúl le hace jugar tan lejos de la portería, cuando es el mejor con diferencia. Hasta que se queda sin fuerza. En cuanto al “balón de oro” Griezmann, me da urticaria sólo que se lo puedan ofrendar el chauvinismo de sus paisanos.
Finalmente, mi asombro por la manera de fichar de un un equipo de limitado presupuesto. Me encanta Guerreiro, me asombra que incluso apostasen por Alcacer, cuando en la Ciudad Condal estaba sentenciado. Me sombra hasta el descubrimiento de ese tobogán de ideas del entrenador Favre. Y me horroriza esa nueva equipación azul-blanco, que me recuerda las del Alcoyano, pero con la lineas más finas.
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