SEVILLA | 3 | 0 | REAL MADRID |
¿Es Lopetegui el nuevo Queiroz?. Bueno, le han metido un gol menos que en aquella noche del Madrid, con el técnico luso, que le clavaron cuatro. Valdano, el de los dibujos animados, tuvo la gran idea de convencerle a Florentino Pérez, un personaje de “selecciones, sin carisma, si áurea”. Es decir, como el mismísimo Lopetegui. Y ya sabemos como acabo aquella película.
Así que la duda que nos queda es cuanto va a durará Lopetegui. Su rocambolesco asalto al banquillo blanco, conforta lo que «mal empieza, mal acaba». Posiblemente, durará hasta cuando quiera Ramos, que es el que manda en el equipo. El técnico madridista ya tiene enemigos en el vestuario. El rival más difícil y problemático es Marcelo, que fue partícipe de los tres goles del Sevilla y que dejó a su equipo con uno menos. Yo creo que se río de su nuevo técnico. Como si le dijera: ”tu no sabes de esto”. Sería deseable que se fuera con su amigo Cristiano para celebrar la el fin de año en Turín, con las famosas lentejas, que es lo que comen los italianos, en lugar de uvas.
Y perdón para los sevillistas por no mencionar en primer lugar su partido acrobático, directo, fantástico, con un brío y una pasión que dejó al Madrid como un equipo de “tarados” futbolísticos, sin actitud, sin velocidad y ni mucho menos garra. Machín puede cantar con orquesta sevillana el tema “Esperame en el cielo” del inolvidable Antonio Machín. Y a Lopetegui que le esperen en el infierno.
No se puede permitir que el mejor portero del mundo, y los tres mejores defensas del mundo, según la FIFA, participaran en un akelarre vergonzoso, trágico, ridículo, como si fueran insoportables estrellas marchitas y disfrutando de un boato que quizá hay que recusar gravemente.
Encima de padecer los madridistas una defensa de barrio, “amateur”, a Lopetegui se le ocurrió mutilar la profundidad por el lado derecho, al introducir a Nacho, que ni tiene velocidad ni sabe jugar por la banda. Ya es un simple central y no muy rápido, como se demostró en el segundo gol .
Con Modric y Kroos como en los tiempos de las tortugas de Zidane, con Benzema como perfecto inútil, ayudado por un mediocre Lucas Vázquez, todos nos preguntamos: ¿Para que quiere Lopetegui un jugador como Vinicious?.
En Sevilla, el Madrid fue un puro disparate. Y eso que el melancólico y lánguido Valverde convirtió a su equipo en un pepino en Leganés. Pero ahora la hora final para Lopetegui, como el fin de su propio mundo, la tiene el Atlético de Simeone, el próximo sábado. Quedan pocos días para conocer la respuesta.
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