EL MADRID, FAVORITO DE LA CHAMPION

Cierto es que La Juventus actual impresiona por su estructura futbolística, su pura estrategia del miedo y el contragolpe. Es como si volviéramos a a la cinta “Turín Negro”, que tiene el partido entre el Torino y la Roma como lance de la trama. Nicola di Bari, protagonista en la película, me contó que en Turín todo gira acerca del fútbol, más que el maravilloso café-chocolate, el famoso Bicerin.

Tras su fácil «Rally de Montecarlo» y la exhibición de Alves, todavía en Turín tienen miedo, mucho miedo al Real Madrid, al que dan como el enemigo en Cardiff. Aquí, como los expertos de fútbol internacional, se dirá que la Juve de Allegri -más bien un triste que un ciprés- es única, con sus sistema Conte. Uno, sin embargo, soy de los que piensan que el Madrid lo tiene relativamente fácil en el País de Gales.

Los “maldinis” hablan de Dybala como si fuera más que Messi. Ya lo dije el otro día, a mí me recuerda mucho a Munítis, “liliputiense” pero aún con menos gol. «Piernas cortas, ideas cortas», como decía el gran Randy Newman. La otra estrella, Higuaín, como siempre en sus estadística, es un “patata” que necesita siete oportunidades para hacer un sólo gol. El “nuevo garibaldi revolucionario» de la Juve es Alves, en un estado de forma que me recuerda a sus inicios en el Sevilla. De los goles de los turineses, nada menos que cinco goles tenían algo que ver con Alves. Vaya tino del Lucho Enrique y su “padre confesor”, Bartomeu.

Luego, está Buffon y la defensa, que es lo más seguro. Tanto como que es algo parecida a una caja fuerte para el resto de los equipos mortales, como el Mónaco, el increíble equipo que se cargó al City de Pepe Guardiola y es inexplicable, porque el Mónaco no es precisamente un grande de Europa. Una rémora absurda para Unai Emery.

Si quieren que hable de Mbappé hablo, aunque ya lo dije el otro día. Si Mariano jugara más en el Madrid de Zidane y no le tuviera tanta tierra el ZZ Top, Mariano será un ariete superlativo. Comparado con ese Mbappé, el caribeño parece un fenómeno, con más gol. Encima, ese genio que es el técnico monegasco no se le ocurre meter en el equipo a Lamar hasta el minuto 70. Lamar es el mejor jugador del Mónaco, con mucha diferencia.

Así que entre la FIAT y la SEAT me quedo con la SEAT. Es decir, con el Real Madrid, porque el “cholismo” no está para milagros. No se puede ganar al fútbol, porque un torpe directo de comunicación compare la lucha de clases con el fútbol. La FIAT, con la T final, que es  Torino, ya perdió la SEAT hace más de 30 años, cuando el SEAT salió de Ronda.