LEGANES 2 4 REAL MADRID
Mientras que veía “la folie” de ese primer período en Butarque -me encanta el nombre- , recordé la comedia de Stanley Kramer de “El mundo está loco, loco”, en el recuerdo de cambiar el mundo por el fútbol. El Madrid fue un disparate. El Leganés, también. Para el espectador era como ver un circo de tres pistas. Para la solvencia de Zidane era un descarado fracaso. Pero una vez más, el destino, el principio del final daba la razón a la flor de ZZ Top.
Para los alarmantes analistas de la casa de los espejos de la crítica, la BBC -sonrojante adjetivo- el retrato de Bale, Benzema y Ronaldo se sepulcró como un trío muerto. Los tríos siempre me han gustado, desde los Cream de Eric Clapton, pero en este caso los mandarines disfrutarán de que los números son terribles. De quince partidos, sin Ronaldo y compañía, el Madrid ha ganado catorce.
Pero no creo que Zidane se hubiera atrevido a prescindir de esos nombres si el enemigo no hubiera sido el Leganés, con todos los respetos para el gran equipo de una pequeña ciudad , pero grande en espíritu. La soberbia del técnico Garitano y su ejercicio de genio del banquillo llevaron a su equipo al abismo. El propio planteamiento había trastornado al pobre Leganés. Aunque para decir la verdad, apareció ese genio en funciones que es el mago Asensio. Hace más de uno año que dije que ese soberbio jugador era mejor que James e Isco, juntos. Pero Zidane tiene que jugar con la Bolsa, con los dividendos de su presidente. Dividendos, marcas, galácticos. Pero está claro que James e Isco se quieren ir. Sería maravilloso para el Real Madrid que se fueran, como Ozil, como Di María, que se pierden en los bosques de las mentes madridistas. Repito: Asensio puede ser el nuevo genio del Madrid. Que hablen de Hazard, con Asensio en la mente blanca, es como presentar a Bisbal como el nuevo Sinatra. Hazard no es ni siquiera Dean Martin.
Mi amigo Raul sostiene que el Madrid juega mejor fuera de casa, aunque el Madrid se juega la Liga en casa ante Atlético de Madrid, Barcelona, e incluso Valencia y Sevilla, para mi amigo Raul es un mal asunto, un mal negocio. Y es verdad.
Para la mente estratégica de Zidane su ídolo era Marcello Lippi, el mismo que tuvo un enroque de ajedrez futbolístico mediocre, en aquella final de Amsterdam, cuando el Real Madrid volvió a la senda de la Champions. Zidane dijo que Lippi no fue fiel a su juego de contragolpe y resultó fatal con aquel gol de Mijatovic. Zidane fue un invitado de piedra. Es cierto, la mentalidad futbolística de Zidane, es italiana. Sus grandes éxitos hasta el momento han sido en el Manzanares e incluso en el Camp Nou. Zidane no tiene mentalidad para que su equipo juegue en casa. Sólo le salvan los goles milagro de Ramos.
Asensio no solo es el futuro del R. Madrid, es el futuro de la seleccion española. Pero no le dan los suficientes minutos y galones en el Madrid. Que pena…