Otro entrenamiento que vimos en Berlín. Este es es la tiranía del nuevo reglamento que los chinos nos han impuesto. Un decadente Bayer Munich tuvo una tarde deprimida ante el muro del Unión de Berlin. La rácana victoria muniquesa llegó tras un horrible error que aprovechó el polaco Lewandowski, pero de penalti y el segundo, otro gol, a balón parado.
Así que el mejor equipo de Europa actual como proclama un diario muniqués se quedó sólo como un pálido reflejo en la era coronochina.
Este Unión equipo modesto, que a pesar de no poder disfrutar inmoralmente de su famosa afición, tiene su sede en Köpenick, una pequeña ciudad, al sur oeste de Berlín, en la que fue la parte oriental la de “la república democrática”. En el lado pobre del muro.
Es decir, que hasta la caída del muro , no era nada en el fútbol germano. Es además un recién ascendido .Pero m e pareció un equipo honesto , que encima no disfrutó del efecto campo propio , justo en el momento que al Bayern se le veía cansado y que ni Thiago ni Kimmich podía tirar de un equipo que se había desgastado ante una táctica inteligente del recién ascendido.
Pero todo cae devaluado , degradado con esta famélica contingencia de jugar pase lo que pase , a pesar de que un maldito absurdo. En la competición se hace trampa , porque jamás podrá ser ecuánime , cuando el campo propio, a veces es incluso una losa. Sobre todo para los equipo más pobres. Y serviría de algo si toda la Bundesliga se hubiera jugado a puerta cerrada, pero no es así . Por lo tanto, me parece más honrado lo que ha hecho la Liga francesa.
Este patético contubernio tratan de solventarlo la aristocracia de un fútbol manipulado por el dinero . Pero saben lo que es peor. Que el “balón de oro de las ganancias siderales” puede acabar con la gran caída de un espectáculo que estaba más pervertido que Sodoma y Gomorra. Muchos , por volver la vista, se convertirán en estatuas de sal, como la mujer de Lot.
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