MENOS PITOS, MAS BARÇA

SEVILLA05BARCELONA

El Barcelona despellejó la “piel de toro” española una vez más, con una superioridad absolutista. De acuerdo, con los estatutos del fútbol español, el Barça es el “puto amo” del fútbol español para alegría de Guardiola.
Dio pena el Sevilla. Fue un polichinela, un muñeco de trapo, que salió como un miedoso condenado a la silla eléctrica y con una defensa tan adelantada que hasta el portero suplente se rió de ese estúpida táctica de haberle jugado al Barcelona, con la retaguardia tan adelantada. Sinceramente, Vicenzo Montella perdió la final con sus graves errores. Se ha pagado incluso el billete de vuelta a su querida Nápoles. Se fue de la Roma y su ex-equipo asesinó al Barcelona en la Champion. En el Milan lo destituyeron cuando el equipo era un desastre. En el Sevilla, sólo ha engrandecido al mito de Unay Emery, que es posible que vuelva en barca por el Guadalquivir.

Impresionante Barcelona. Inédito: al contraataque. Nade de nada de toque y toque, de sobo, de parsimonia. Ha sido el Barça más vertical, vertiginoso y asesino al contragolpe que he visto en muchos años. Los Messi, Coutinho, Súarez y un impresionante Jordi Alba tomaban los cuchillos y se servían la “mantequilla sevillista” a granel.

Lo más triste para el pobre espectador sevillista es que su equipo salió derrotado de antemano. Nunca tuvo la pelota, ni el sentido futbolístico ni la aspiración a hacerle cosquillas a un ser superior como conjunto. Fue un pelele, acobardado, empobrecido como equipo sin garra ni fuste. El peor finalista de la historia.


Es más que posible que haya sido el último partido de Iniesta. Se despidió con un monumental gol que pasará a los anales del fútbol español, por su valor sentimental en su adiós a la Liga española. Es el final de un ciclo increíble del Barça. Aunque quede el profeta Messi, habrá una nueva era sin Iniesta en el Barcelona, aunque esté fantásticamente sustituido por un Countinho, que por la derecha es la mitad de lo que vale y que sufrirá la losa de tener que superar un mito, una leyenda. Iniesta, una leyenda fantástica

Menos pitos al himno, menos mitos al rey y más Barça que el año pasado con el Alavés. Aunque haya leído en el periódico monárquico (?) barcelonés, a un invertebrado “opinador” que escribía que en este cincuenta aniversario del mayo del 68 , los catalanes vivan rodeados de adultos que creen en los Reyes. Mas de media Europa creen en los Reyes, incluso en los Reyes Magos.

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