REAL MADRID | 5 | 2 | REAL SOCIEDAD |
Unai Emery no pudo ver en directo la exhibición del Real Madrid con la otra Real, la irreconocible. El discreto y mezquino partido del PSG en Toulouse acabó sobre las seis y media de la tarde y había que volver a París en avión. Lo habrá visto, sin duda, esta misma noche.
La gran incógnita es saber si técnico tan aprensivo y conservador le haya producido un ataque de nervios o miedo. El mismo que tuvo en Barcelona la temporada pasada, con aquel escándalo incendiario. El Madrid entonces podrá fortalecer su gran discurso en la Champion. El “miedo escénico” con la que se pronunció Valdano de Borges, aunque realmente el primigenio es el de Hitchcock con su película “Stage Fright” (Miedo Escénico) en el año 1950, cuando no había nacido ni Valdano.
Es miedo escénico se puede convertir en el gran sortilegio para acabar con el pesimismo genérico que se ha instalado en el Madrid de Zidane. El partido frente a la Real fue un deslumbrante fogonazo de esperanza. Un complejo vitamínico y futbolístico que necesitaba este equipo adormecido, incoherente y que vive con el sueño de la Champion como un condenado a muerte que sueña con su indulto.
Se puede escribir, claro, que el primer tiempo de la Real fue el mayor esperpento que hemos visto del equipo donostiarra. Hasta el punto me han comentado que este puede ser el lance del epitafio para Eusebio, que ha convertido en un estratega sin estrategia. Hasta jugadores técnicamente importantes han pasado hacia la desesperación.
Aunque el rídiculo Real donostiarra, el Madrid jugó con velocidad, como si fuera un tormento para el rival. Brilló con dos jugadores rápidos por la banda como Lucas Váquez y Asensio, amen de marcar un tanto, cuando ni siquiera nos habíamos sentado en nuestro lugar. Liberarse del trote de Casemiro es esencial para salir con rapidez, tocar a la primera y convertirse en un torbellino para cualquier rival. En la temporada anterior, sucedió uno de los mejores partidos de la era de Zidane frente al Sevilla, con este sistema. Jugar con Bale en la banda derecha es absurdo. Tanto como siga Benzema, que está sentenciado. El galés está fuera. Hasta el punto que su agente ha iniciado negociaciones con el Liverpool de Klopp. El equipo de los Beatles tiene dinero tras la salida de Coutinho. El Madrid se queda tranquilo y llega la felicidad para todos los enemigos del galés.
¿Arde París?. Pues, tres goles de Ronaldo, se ha encendido la gran hoguera, como la de las vanidades de Wolfe. Para Zidane seria una buena despedida que el PSG ardiera en el Parque de los Príncipes. El miedo escénico ha iniciado su cuenta atrás. Tic-tac.
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