EL ODIO VÍRICO DE PIQUE

Un empate no les vale ni a Barcelona ni a Sevilla. Es el peor castigo a la ambición futbolística. Enormes errores en pases, en  situaciones de gol , una orgía de impertinentes errores que marcaron un partido del que se esperaba mucho más. Una gran decepción

La jugada crucial del flojo partido de la ciudad hispalense fue cuando el “psicótico futbolista” Luis Suarez hizo su teatro especiales una de las entradas que le hacen, porque siempre quieren “acabar con él” y se tiró al suelo como si le hubieran herido gravemente.

Messi, que ejerce de “padrino” en el jugador uruguayo, reaccionó de manera absurda y con mucha ira y empujó al “criminal” que había osado atacar su “hermano” Suárez. ¿Como acabó la orgía del odio ? Pues, Messi se escapó de cualquier decisión punible. Ni siquiera una mínima tarjeta amarilla.

Nada extraño, porque con la defensa  superlativa  del  fanático de Messi, es decir,  el ridículo presidente de la AFE, cualquiera se atreve a expulsar la estrella infinita de la Liga. Después de tanta adulteración de la competición, liberar a Messi de cualquier castigo es “peccata minuta”. Se quejaba Piqué al final. Su odio vírico al Madrid le hacía hablar como un forofo, cuando quizá él y, sobre todo, Messi, debieron ser expulsados. 

Una vez más denuncio que Quique Setién será un maestro de vacas, pero no da la talla para entrenar al Barcelona. Encima se “come” la postura ridícula, sobre actuada de su ayudante el delirante hijo de Sarabia, que aparece lamentablemente como un poseso Los jugadores , me consta ,  están hasta las narices de semejante esperpento.

Justifico la mediocridad de Setién en que no controla al equipo en absoluto. El Barça se ha quedado en un nefasto híbrido entre el Barça que soñó Cruyff y el peor de los remedos mezquinos de entrenadores deprimente del equipo azulgrana como el increíble “TataMartino o el inclino Serra Ferrer. Setién está en ese nivel que baja a las catacumbas a la  personalidad técnica.

Era previsible presumir que el Barcelona se desmayara minuto a minuto ante la portería. Braithwaite, con nombre de detergente,  no lava mas blanco, Suárez cada día es más lento y Messi… Messi, en fin, ha perdido esas centésimas de genialidad. Algo norrmal a su edad. Demasiado para el que ha sido y todavía es el mejor jugador de la historia.

Capítulo aparte de Lopetegui. Le falta también una posiciones tácticas de cara al gol. Siempre tuvo ese problema de astenia con el gol, aunque en el coeficiente general del bloque como equipo, sea más o menos positivo. El cerocerismo marcó una solución práctica para ambos equipos. Ninguno fue mejor que el  otro. Es una confirmación de que el cerocerismo es el peor enemigo en esta Liga cuando retumban  los sonidos del silencio.

Los comentarios están cerrados.