BENFICA FC | 3 | 0 | FC BARCELONA |
Un Barcelona deprimente, sin chispa, sin imaginación fue machacado por un inteligente Benfica, que sobrevoló como el águila del club sobre el estadio de la Luz. Koeman se ha caído al infierno, absolutamente descentrado, histérico, sin ideas ni equipo ni porvenir.
No quiero defender a Koeman, pero desde que le marearon a principios de temporada de si se quedaba o no, el decadente Laporta prefirió que siguiera para no pagarle. Joan ha multiplicado por cien el problema del Barça. Me decía un directivo del equipo azulgrana: «Y, ¿cuánto gana Laporta?». Nadie lo sabe
Por aquella nefasta decisión el Barcelona, el poderoso, maravilloso Barcelona de Messi es tan sólo un guiñapo, con un entrenador que siempre ha sentido en su cuello la horca del condenado. El Benfica lo ha condenado definitivamente.
Laporta también es culpable de dejar al al técnico holandés, aunque fuera gratis, fichar a ese músculo torpe llamado Menphis y el hermanísimo acabado Luuk De Jong, que es , simplemente, como jugar con uno menos.
Luego está el caso de Eric García, que se tragó el gol decisivo en el minuto dos del partido, con dejar al “proyecto Cavani”, el sobresaliente uruguayo Darwin Núñez rematar con todo gusto. Darwin fue una pesadilla para el mediocre García, que acabó expulsado.
Y para Piqué, que terminaba retirado en los primeros minutos, porque el arbitro le perdonó la expulsión con una segunda tarjeta amarilla. Lo que no sé si Piqué salió cabreado, como el futuro presidente del Barcelona o que estaba resignado a que la tragicomedia de Koeman acabara de una puñetera vez.
La salida de Piqué provoco que Frankie De Jong, el “hermano bueno” tuviera que sustituirlo como defensa. Hasta ese momento Frankie había sido el más peligroso, aunque se empeñara en salvar a su hermano con dos pases de gol, que de no desperdiciarlos le hubieran dado al Barcelona alguna vida.
Lo que más me preocupó del Barça es que en la segunda parte saliera tan dormido, como si el partido ya estuviera perdido. Entre García , Araújo y un cansadísimo Busquets el equipo azulgrana era un constante coladero. Le metieron tres goles, pudieron ser más, pero veía a Koeman sin reaccionar, como un boxeador sonado o alguien que se veía ya en el infierno.
Pensar que Ansu Fati, salido de una lesión, podía haber sido un milagro era tan estúpido como mantener a Koeman en el banquillo. El problema es que de donde va a sacar a Laporta diez millones para echarlo, porque el técnico holandés querrá como venganza el finiquito completo.
Aun así no es lo más graves de la situación. ¿Quién querría en este momento el banquillo del Barcelona . No hay locos suicidas en el fútbol europeo. Y la única salida es una ruta hacia un precipicio. Colista del grupo , si se queda sin Champion, es la ruina , el caos como fiel reflejo de una Cataluña sumida en el abatimiento.
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