REAL MADRID | 2 | 0 | OSASUNA |
El Madrid es un bodrio, una vergüenza en la Liga. Solo se transfigura cuando como fiel prestidigitador aparecen sus genes de la la Champion y se convierte en lo que todo conocemos.
Mal asunto que en toda la noche de Valdevebas, Militao fuera el único peligro madridista, premiado con un gol cuando el Real Madrid del teatro del absurdo Zidane ya veía su camino una vez más, cerca del cerocerismo. El gol de Casemiro fue la «charlotada», una flor más del jardín del técnico madridista.
Osasuna venía como una estampa de equipo renacido, fuerte, cohesionado. Yo digo que es imposible que meta un gol tal como se adapta a su táctica ofensiva. Es retórico, nada vertical. Tuvo un contragolpe en el segundo periodos de cuatro osasunistas contra tres defensas y no lo pudieron hacer peor. Me parece un milagro que Osasuna siga en Primera división. Pero como este equipo conviven otra media docena.
El Madrid juega con un ritmo de vals rancio, lento, atresillado. Sería imposible pensar que juega así con esa velocidad de balón en Londres. Las luces de candilejas se encendieron con la aparición de Hazard.
Francamente, el belga parece un ex-jugador, lento, parsimonioso con miedo a jugar al fútbol. Se presentó de media punta o de medio-estorbo. De Vinicius sólo tuvimos un par de “gags” realmente graciosos y nos robó su show al quitarle Zidane con su compañero y “mago” brasileño Rodrygo, pero este es siempre un aspirante a buen jugador. Nada más.
Lo peor es que ví a Benzema muy cansado. Zidane hizo descansar a Modric y Kroos, pero con su decimonónico sistema táctico sabía que dependía de algún gol de milagroso Benzema, al que no habíamos conocido en los últimos ocho años. Supongo que en Stamford Bridge es más importante Benzema, que Modric y Kroos, pero no le dio descanso.
Desde que ha estado tantos años en la cantera o en el estúpido nombre que le han puesto, es decir, la “fábrica, el último jugador que ha salido como estrella es Casemiro y hace ya muchos años. Blanco me parece absolutamente pequeño tanto en juego como personalidad. Y ;que más?. Nada más. El secretario técnico del Madrid, es decir, Florentino nunca ha creído en la cantera, salvo en aquel Pavón que le sirvió de slogan.
Pero del jardín de Zidane, al final, salió un jugador que quería traspasar, quitárselo de en medio y, que ahora, se ha convertido en su salvación, porque no ha tenido más remedio. Fue el único rematador con sentido del gol: Super Militao, que volaba en el área osasunista. El problema es que siempre vuela como un pájaro cuando se trata de un corner, un balón parado, es decir, la única solución de equipos desesperados ante el gol como el de Zidane.
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