ATLETICO DE MADRID | 1 | 1 | QARABAG |
Me decía un viejo atlético, afín al Metropolitano de verdad, cuando «paseaba por la senda de los elefantes», el paseo de Reina Victoria, que hoy hubiera podido exclamar aquel rancio: «Este Atleti», moviendo la cabeza de un lado a otro, como los mismísimos elefantes. Un anécdota que que se saben bien los atléticos de verdad. Aquellos maravillosos atléticos, que al principio tampoco les gustó el Manzanares y que, definitivamente, este Wanda le parece nefasto. En la noche de los santos o de los demonios, la maldición china del Wanda ha caído a peso. Es casi imposible que el Atleti gane en este estadio.
Este mismo genuino atlético me dice que los chinos nunca le han gustado. “¿Que hace los chinos con mi Atleti?”. Y descargaba toda serie de improperios contra la familia Gil, a la que no puede ni aguantar.
Soy demasiado pragmático para crecer en maldiciones, pero de lo que estoy seguro que el dinero chino, vaya usted a saber de que procedencia, no puede ser para el gran Club Atletico de Madrid. Vicente Calderón, constructor como Wanda Jinjin, se hubiera opuesto a semejante semi-compra infame. Los mediocres hijos de Gil le han llevado a una situación económica incomprensible, a un estado que sólo gracias al talento de Diego Simeone ha podido vivir días de gloria.
Pero las truculencias de la cúspide han llevado al “cholismo” a la más triste de la decadencias. Sin poder fichar, con su enorme Gaby suspendido en el ocaso, con Griezman que con su traición al querer irse y, ahora, es como un fantasma de la noche de Halloween. ¿Quien mete un gol?. Nadie, el pobre Thomas, que es como un apéndice folklórico en el grave estado de de crisis en el Atlético de Madrid.
No creo que ni Vitolo ni Diego Costa puedan resucitar una temporada que se cebaba en una maldición cuando el equipo juega en el Wanda. He estado allí y a mí también me transporta a negativos espíritus. Era donde estaba La Peineta, el gesto más insolente del genial Luis, que quizá le esté haciendo una “peineta” a los chinos.
Los madridistas dicen que soy rojiblanco. Los atléticos aseguran mi madridismo. Si me creen: me escuece el partido ante los de la «tierra de fuego», a los que los Gil también tomaron sus dineros, sus monedas, las mantas para servir como financiando a los Gil. Simeone, el verdadero ser fantástico de este club, no se merece este fracaso. Los Gil, los Gil, el elefante de «Este Atleti…»
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