BAYER LEVERKUSEN | 2 | 4 | ATLETICO DE MADRID |
Sinceramente, el Atlético de Madrid, junto con el Paris St. Germain, son los equipos más impresionantes de la Champion. Intensos, rápidos, técnicos, con una facilidad devoradora deslumbrante. El partido del Atlético en el Rin es de hazaña. Era el último Atlético en Barcelona, pero a mayor revoluciones. Es como si en Leverkusen hubiera resucitado completamente de su cenizas. Un Ave Fénix quizá, porque Simeone se ha enfrentado a la depresión y se ha convencido a sí mismo de que en ningún otro lugar puede ser el gran Cholo como en el Atlético.
No era nada fácil atracar en el Rin. El Bayer es un equipo suicida, taquicárdico que juega a mil revoluciones por minuto, que quiere chuparte a base de fuerza y presión, aunque tiene la peor defensa del mundo, agravada porque Roger Schmidt arriesga excesivamente con una retaguardia tan adelantada.
Era fácil presumir que el Atlético aprovecharía el hueco táctico para jugar al contragolpe y matar al enemigo con contras de libro, propiciadas por un jugador tan rápido como Gameiro. Eso ocurrió. El Atlético hizo un primer tiempo soberbio, repleto de ideas, de jugadas letales. Fueron dos de ventaja, pero pudieron ser cuatro.
Me recordó a los históricos atléticos de Marcel Domingo, y el de los contragolpes mágicos de Luis Aragonés. No exagero, pero este Atlético es el mejor que he visto en mi vida, salvo cuando tenía a Vavá, el deslumbrante Mendoza, Peiró y Collar. Aunque me parece que este grupo “cholista” es más impetuoso, cerval, asesino sin piedad.
La salida vertiginosadio los dos goles del Bayer, que amedrentaron a Simeone. Le entró el vértigo de una soberbia victoria. Cambiar a Gameiro, Griezman y Carrasco, y sustituirlos por el irregular Correa, de piernas cortas, el alocado Thomas y el niño Torres, no era precisamente un señal positiva. Era el rostro del miedo en Leverkusen. Pudo hasta empatar el Bayer, pero Torres vuelve a estar de dulce, con un sentido muy agudo del gol, como en los viejos tiempos.
Me ha impresionado el esloveno Kevin Kampl, es como Modric, pero al doble de velocidad y potencia. Vaya jugador. Pero él sólo, más la contumacia de Chicharro no era bastante.
Los héroes del Rin ya no son ni mucho menos aquellos jugadores deprimidos, vencidos , arrodillados del pasado final de año. Pero aquellas lágrimas de Simeone han sido curativas . El Atlético vuelve a ser un gran pájaro de fuego.
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