CELTA | 2 | 4 | REAL MADRID |
Solari es el nuevo entrenador del Real Madrid. Se ha ganado el puesto como si fuera el mejor doctor en neuropsicología madridista. El último examen de Balaídos ha sido de doctorado. El Celta, con su entrenador, al borde de irse a la zanja de los entrenadores eliminados, planteó un partido colérico, absurdo, violento y peligroso.
Hechos, Hechos. Para empezar, al más “duro” del equipo blanco, a Casemiro, le dejaron pronto fuera de combate. La patada del capitán de Hugo Mallo a Bale fue de roja directa. Las argucias, las aciones reprobables de Junca, sobre todo en una acción con Odriozola, fue de juzgado de guardia. Cabral sólo dio patadas. Hasta que acabó expulsado.
Estaba claro que las órdenes de ese brusco entrenador llamado Mohamed sólo tenía el recurso del patadón y tente tieso para poder minimizar la superioridad madridista. Todo ello apoyado con un público enervado, injusto, patético, lleno de ultras, que algunos de ellos me amenazaron en otros encuentros.
Por todo, Solari se doctoró en Vigo. Supo controlar el lance, a pesar de las lesiones de Casemiro, Reguilón y, sobre todo la cojera “buñueliana” de Bale, al que obligó seguir en el terreno de juego, aunque fuera cojo. Sabía Solari que podía haber otra lesión, dado el carácter belicoso del encuentro. Y no se equivocó. Nacho también cayó, como una pieza más del dominó blanco.
Por eso, la orden de Bale de que continuara en el juego era tan importante. Dada la paranoia del Celta podía haber un tercer lesionado. Y lo hubo, Nacho. Otra vez, Solari tuvo el buen juicio de seguir con Ceballos de frustrado protector de Casemiro y no someter a Kroos semejante tortura defensiva, como le había sometido Lopetegui.
Además, perseveró con Lucas Vázquez, el que que no estaba cojo, de lateral, para poder contener una borrachera de ataque febril más que de juego, del Celta, que tiene jugadores de poca calidad y al que tampoco se le puede pedir milagros.
El Celta le auguro que puede pasar por el terror del descenso, si sigue con es entrenador empeñado en su tormentoso juego agrio y espeluznantemente violento. Hacía mucho tiempo que no venia a un equipo jugar con tanta desconsideración con el contrario.
Luego está el “fenómeno” Benzema. Tengo que frotarme los ojos para poder creerme tanta belleza, tanta calidad, como irraradia ahora Benzema, en los dos últimos partidos. Es como si fuera otro jugador o que realmente sea un jugador bipolar, que todo puede ser.
Lo cierto es que el Real Madrid ha salido de la UVI, del periodo más trágico de sus últimos tiempos, en una grave depresión a la que le había introducido el mal doctor, peor psicólogo, llamado Lopetegui. El mismo que se empeñó en que el Real Madrid fuera un equipo con fondo de reptiles. Siempre me acuerdo de aquella canción de Moon Martin, “Doctor, doctor”, con respecto a Lopetegui, en la que se recalcaba: “soy una mala noticia”.
Pero para los eternos de Movistar, también fue una mala noticia, quizá una noche negra dado su color conceptual. Perdió el Barcelona y ganó al el Madrid, este en un mal partido como remataban empedernidos “hooligans” del Barcelona.
Julian: una aclaración solamente. Mohamed es hijo de madre Yugoslava y padre Libanés. O sea de turco en realidad no tiene nada, más que en Argentina solemos apodar «turco» a cualquier descendiente de ciudadanos de medio oriente, igual que solemos apodar «gallego» al general de los españoles. Saludos.