SOLO UN TACON DE BENZEMA

Hubo mezquindad, excesiva precaución, casi insolvencia ante un equipo casi sentenciado a Segunda División. Pero suficiente para pensar que la Liga está de verde claro para que el Madrid, con el color que apareció el equipo blanco en Barcelona, se lleve la Liga más rara de toda la historia del fútbol español.

La abdicación del Barcelona es tan ostentosa, que con poco, tan poco como un taconazo de Benzema, que ni siquiera le remató un delantero, sino el mejor jugador de estos tiempos, el inevitable Casimiro, solventó la responsabilidad del Real Madrid para ejercer de líder ande la Liga.

Pero el estatus de del Real Madrid no es para que salga la banda de música con un himno triunfal. Como siempre, el Madrid de Zidane juega mal cuando tiene que atacar con el equipo contrario recluido en su propia casa. No hay nunca un rematador.

A Zidane le gustan las sorpresas por la bandas con laterales, pero dado la preocupantes estados de forma Carvajal y, en esta ocasión de Marcelo, el ataque se reduce a situaciones esporádicas. Quizá con Benzema o lo más preocupante el acierto del líder Ramos, en un desvarío ofensivo o en el “cartaginés” del centro del campo y gran rematador, Casimiro.

Algo tiene de re conquistador el Madrid de Zidane, que con jugar una “mierda”, con perdón, lleva cinco partidos, cinco victorias, como si fuera el gran predicador de esta Liga adulterada por la presión crematística.

El equipo está bien sustentado por la defensiva singularidad de Ramos y Varane, en enorme forma.

El problema de Zidane, por muy celestial centro campista que fuera, es cuando se debe reconducir el equipo hacia la creación de juego. Ya dice que fue mejor jugador que entrenador.

Valverde no se se sabe asociase con el balón. Es una correcaminos. Es una baja sensible en la creación del hipotético  juego. Y eso que tenía enfrente a un Español depresivo, con el nombre de Rufete como nuevo entrenador.

Malas y sospechosas noticias para las intromisiones de la zona noble de la directiva blanca. Me dice un confidente que algo huele a podrido. El fichaje de Jovic, el de Rodrygo, y el posible traspaso de Acharf, que ahora mismo es el mejor lateral del mundo, más la significativa venta de Llorente, precisamente al enemigo público número uno del Real Madrid, el Atleti. Hay demasiadas coincidencias para pensar en lo peor.

Pero todo se disimula con un liderato, aunque sea a través de la mezquindad, con el resultadismo de Zidane, que tiene razón. A lo mejor, lo mejor es el caos de las alineaciones. Los triunfos llegan con cambiar constante los titulares ante la pandemia general.