SOÑAR CON QATAR

ESPAÑA10SUECIA

Mi más sincera felicitación a Luis Enrique, incluso a Luis Rubiales y a todos los rubiales de la selección, que han logrado la gran proeza de estar en la próxima fase final de un mundial.

El problema que la “proeza” suena a cachondeo, porque los dos esperpénticos partidos decisivos del equipo de Luis Enrique han sido esperpentos, el de Atenas y de La Cartuja.

El primero en medio de un partido de comedia bufa con gol de penalti y falso. En La Cartuja en un actuación que considero como una de las peores actuaciones de una selección en medio de un partido decisivo. Sin fuste, sin rematar, sin crear una sola ocasión de gol, al corro de la patata con su juego toque- toque.

Es probable que que Luis Enrique le guste jugar al poker de la muerte o a la ruleta rusa. Se extravía excesivamente en su seguridad a la suerte. Tan sólo en el primer período Suecia había merecido ganar por dos a cero, pero el primero lo desvió Unai y el arbitró ni se entero y el segundo del mismo rubio, Forsberg, pero su volea le salió un tanto desvíala . Allí mismo los suecos queramos su naves vikingas, porque jamás volvieron a tener esas oportunidades, con un Isac absolutamente perdido y un calamitoso sistema sueco de miedo, propiciado por la senectud de su seleccionador Andersson , que quiso jugar demasiado a la baza final de Ibraimovich, nada menos que un jugador de 40 s años , que ya no soporta ni saltar por un balón. Suecia no da para más y menos con un ruin seleccionador.

Pero, ¿qué hizo mientras tanto el equipo de Lucho?. Pues sobar la pelota hasta el insoportable aburrimiento para crear peligro. Imposible con ese toque de genio que se cree inestable Lucho, con TNT o RdT o lo que sea. Otra vez con la lentitud de Sarabia y un centro del campo absolutamente deplorable, donde Soler casi nunca apareció y el fenómeno Gavi, -ay el fenómeno- le conté hasta veinticuatro pase a tras. No logró sin una sola ocasión de penetrar o si acaso dar un pase operativo , bueno y lo de un gol, ni en sueños. Pero es el fenómeno. Y me tengo que tragar que don Lucho siga poniéndolo como titular y decirme que es un fenómeno. Es el génesis del mal del seleccionador. A su capricho impone, quita, maldice o solivianta a casi un centenar de jugadores, la mayoría caprichos de su sentido genial. Pero ha llegado la suerte de estar en Qatar, aunque fuera de vergüenza.

Ni en mis más brillantes sueños me sale que estos cien equipos de don Luis, llegue a ser algo importante ante los lobos del fútbol mundial. Seguro que en las arenas del desierto qatarí no encuentran a Kosovo o a Georgia o incluso a Grecia, y si mi apuras a las miedosa Sueca. ¿Qué harán los cien luis?. Probablemente, salir a montar a un camello.

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