THE END OF THE WORLD

CROACIA21INGLATERRA

Todo han sido falsas esperanzas de una irregular selección inglesa, que se vendía como la sucesora de aquel mundial que ganó en la misma Inglaterra. Además, de manera sospechosa, gracias precisamente a un árbitro ruso. Cuando el fracaso aparece, siempre resucita la misma frase trágica: “The end of The world”. Ha sido un triste “brexit” mundial.

Croacia llega como finalista sin haber sido nunca la esencia de una selección ganadora. Pero ha sido valiente, decisiva, con ese Suker que siempre, creyó en el milagro de un pequeño país. Ha nacido un nuevo héroe croata, Perisic.

Kane ha sido la última estrella que se apagó en un Mundial sin auténticas estrellas, fundidas como simples bombillas. Es un torneo mediocre, repleto de goles a balones parados, prórrogas, penaltis, con lamentable juego mediocre, predecible, sin imaginación. Sólo aquel Bélgica-Brasil tuvo la electricidad suficiente para creer en las constelaciones de las estrellas. Jugar en junio y julio es la confirmación de la falta de creatividad de la FIFA, demasiada apremiada por los continuos escándalos.

Inadmisible, desaparecida en Moscú la selección de Southgate desde que marcó a balón parado. Como casi siempre. Se durmió como si a los “tres leones” se fueran a la siesta. Con Kane absolutamente ido, desvanecido por jugar tan lejos del área. Southgate sólo creyó en la velocidad de Sterling, pero Vida le dejó sin vida ofensiva. Rushford debió salir mucho antes y no por Sterling, sino por un agotado y perdido Lingard.

A pesar de la reprobable falta de personalidad de Inglaterra, Serbia cometía errores infantiles. Con Rakitic excesivamente escorado hacia la izquierda y Modric inutilizado a treinta o cuarenta metros del área. Y ocurrió el milagro increíble e imprevisto, porque Perasic emergió como un gigante. El sólo pudo acabar con el mito Southgate. Serbia no tuvo suerte, en medio del caos inglés absolutamente adormecido con un juego mediocre y medroso. No ocurrió y nos castigaron con la prórroga en medio de un caos físico en ambos equipos. Un tostón a lo moscovita.

Se discutía sobre el nuevo estilo inglés Southgate, pero no considero que haya sido tan importante. Ese estilo tan ensalzado es un híbrido determinado por los entrenadores que no son ingleses. Guardiola ha re-descubierto el papel de Walker. Ha hecho del carísimo Stones una especie de Piqué. Sterling ha entrado en una nueva dimensión en ataque. Mientras que Mourinho ha creado un enorme Young por el lado izquierdo, defensivo-ofensivo. Y ese especial Lingard como rápido e incisivo medía-punta.

Por no hablar de la zona españolista que algo nos toca con la pareja de moda en el Tottenham de Kane / Alli. Hasta Klopp ha desarrollado ese limpiador del centro campo defensivo llamado Henderson.

Todo ello conforma un estilo bastardo entre el patadón inglés y el mejor desarrollo táctico de los entrenadores de los mejores equipos ingleses, que determina que el United, el City, el Tottenham… aspiran a arrancar el poder de los equipos españoles en las competiciones europeas. Es un reflejo de que el mejor juego universal todavía tienes raíces hispanas. Por no hablar, de esa Bélgica de Roberto Martinez, que a pesar de la imagen rota por los franceses, es la selección que mejor ha jugado al fútbol.

Esta euforia inglesa estaba punto incluso de impulsar el milagro de que el seis por ciento de la población inglesa, que es negra o mestiza, lograra que nacieran los nuevos “hooligans” negros y mestizos, cuando la selección inglesa siempre ha sido orgullosamente solamente de los blancos. Es algo que era previsible en medio del poderío de la raza negra y mestiza en la propia selección de Southgate, con esa superioridad de un sesenta por ciento. Algo está cambiando en la Inglaterra del Mundial Ruso. Ya se aproximaba ideológicamente de aquel “This is England” de los Clash, cuando la Thatcher era la reina de un rancio racismo. Pero todo ha sido un sueño ruso.

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