El magnífico lance lo estranguló el trencilla sueco. Hubiéramos podido ver una extraordinaria eliminatoria, pero el poder del Barça en la UEFA es omnímodo. Desde Platini, que es su mejor fan, pasando por ese amante del poder llamado Collina, todos son fantásticos culés. Una vez más apareció ese ángel exterminador que siempre comparece a favor del Barcelona. Esta vez llevaba forma de ángel sueco.
El sueco es millonario. Jonás Eriksson vendió sus 'teléfonicas' y se hizo un fan del Barça, según confesó al diario Aftonbladet. Nada más comenzada la segunda parte, el cada día más sucio Busquets derribó a Navas y propició un relámpago, una tormenta que no quiso parar el trencilla. Messi tomó el contragolpe y, antes de que siquiera pisara el área, Demichelis le derribó. Penalti, tarjeta roja y cárcel como mínimo para el osado que había derribado a Messi. Se acabó el partido. La eliminatoria.
Me parece una vergüenza, pero hemos visto tantos 'ángeles exterminadores'" de árbitros con el escudo del Barça, que ya no nos llaman la atención. Hasta en Inglaterra, que es como una norma. Me decía un amigo que siempre que hay peligro, hay un árbitro al rescate del Barça.
Eriksson, ante Kompany, en el Etihad Stadium. (Foto: Afp)
De cualquier forma, el ingeniero Pellegrini propaga siempre generoso su halo de perdedor, de pobre hombre, siempre en los momentos decisivos. Con un equipo en regio, en plena forma, le dio el ataque de 'apendicitis técnica' y puso a Kolarov de extremo. Absurdo. Tapaba a Clichy y a sí mismo. Y lo que es peor, hacía perder la intrínseca personalidad del City.
Luego está ese extraño sistema del ingeniero, un 4-4-2, que no es tal. Siempre se equivocan los 'gurús'. El estúpido sistema que siempre emplea es el del 4-2-2-2. Con Silva, esta vez de delantero. Absurdo. El Barcelona se muestra siempre cómodo con ese sistema tan mediocre. Y eso que este Barcelona es un puñetero simulacro de lo que fue, a pesar de todo lo que se diga. Messi sigo diciendo que tiene su corazón en Argentina y las bajas formas de Xavi e Iniesta son preclaras y nítidas.
Pero da igual. Siempre se dirá que el juego del Barcelona es inconmensurable. Aunque yo digo que todavía tocan y tocan con más lentitud, más al 'tatismo', a la lentitud argentina. Pero siempre que disponga de la utilización de su 'ángeles exterminadores' cuando las cosas no están claras, jamás habrá problema. Y en Manchester, hasta la falta de Busquets y el penalti, el Barça era un equipo lento, viejo, parsimonioso, aburrido.
Los ingleses decían que Qatar se había impuesto a Abu Dhabi, como si fuera una lucha de jeques en ese desierto de hierba que es Manchester. Pero ni el petróleo puede con la UEFA.
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