UN REAL MADRID IMPLACABLE

REAL MADRID20INTER DE MILAN

Un Real Madrid intratable, impecable y poderoso  destrozó al Inter por personalidad y por ese pareja milagrosa” a lo Simon y Garfunkle, con la bellas melodías del fútbol de Modric y Kroos. El equipo de Ancelotti casi rozó la perfección por intensidad y  tacticismo.

Nada más empezar el partido , el pesado y absolutamente incongruente comentarista de Movistar. No sé si Maldini o Tontini no hizo otra cosa que alabar al Inter.

El equipo milanés en la actualidad es un despojo de jugadores de otra época. No se puede jugar como triplete atacante «que dé miedo” con “rebotados del fútbol” como  Dzeko, ha estado en varios equipo y  esta vez ni apareció, salvo un tenue remate de cabeza. Por no hablar de Perasic, extraño e incómodo jugador, imprevisible, mientras Lautaro, que quisieron metérselo al Madrid  y es un atacante estorbo, sin ninguna destreza goleadora.

Pero la lista del Inter de desechos continua con Alexis, rebotado de no  me acuerdo de tantos equipos, o Arturo Vidal, el apache que no tira ni una sola flecha con tino. Pues aún así, no pudimos oír otra cosa que el Inter jugaba de maravilla y que “arrollaba”(?), al Madrid. Cuando en realidad no tuvo ni una sola ocasión de gol más o menos mollar.

Llegó el sensacional tanto del Karajan madridista, el enorme Kroos. Y creo que ahí se murió el partido. El Inter se descompuso como un pobre en la calle milanesa de la Spiga.

Volvió una feria de ese juego que ha inculcado Ancelotti al equipo, que parece un reloj de enorme precisión de juego, ofensivo y defensivo, porque de la retaguardia ha emergido un gigante llamado Militao, que fue incluso coreado como un gladiador en el “circus maximus”.

Por no hablar de la indigestión que produce la perpendicularidad de Vini, que esta vez estuvo más irregular y menos  brillante que nunca. Hasta Jovic parece otro jugador. Un cambio mental.

Si es que basta preguntar siquiera que jugador interista tiene  como Asensio, que  volvió a esos disparos imparables y de precisión. Por no hablar de Courtois, Carvajal y compañía que no tocaban el violín pero sí el acordeón. No es lo mismo jugar la Champion que el raquítico “scudetto”, donde  hasta la Juve parece irreconocible.

Me encantaba la camiseta del Inter, esas rayas azules y negras de gran elegancia. Hasta como productor puse el nombre de Azul y Negro que produje durante años. Esta vez, el Inter  llevaba una horrible camiseta. No ni era  Azul ni Negra.

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