UN REAL, POR FAVOR

Me parece que el partido se parece a un relato de los hermanos Quintero. Qué sorpresa ver jugar a Illarra en Basilea, que parecía un fenómeno, comparado con los lentos y parsimoniosos (y desde luego no centrocampistas) Isco y James. Ancelotti sacó a Illarra como su ‘conejo de la suerte’ -tiene colgada la flor del culo de Miguel Muñoz- y desactivó el el gol de los suizos que se venía venir, aunque eran más mansos que los toros que salen en las plazas.

Ancelotti no puede defraudar su estigma italiano. Sabe perfectamente que con Illarra, aunque sea discreto, con cuatro jugadores en el centro del campo y con esas dos ‘bestias'» que son Ronaldo y Bale, en primera línea, desarticula cualquier tipo de equipo en el mundo. Me quedan mis dudas si podría con el Bayern de Guardiola, con el Chelsea de Mourinho, pero supongo que los dejaría temblando.

Lo que jamás podría hacer es seguir jugando con un cansado Kroos, que siempre será un centrocampista ofensivo, que no defensivo, ni con esas dos medias puntas lentas, parsimoniosas, que no tienen recorrido como Isco y James. Dos jugadores excelentes para el Eibar, el Elche y el 80 por ciento de la Liga y la Champions, incluido el perseverante Basilea, pero más allá en pegarse unido en la pierna del éxito. Y eso sabe que sería una mala jugada para su bolsillo, ahora que sabe que le puede sacarle al Real  más o menos 18 millones de euros limpios por su renovación.

El ‘marqués del gruillo’ puede ser lo que queramos, pero no es tonto. Sabe que por obligación tiene que poner a ‘autopistas colombianas’ James y a Isco, el nuevo líder populista futbolístico de Podemos. Es como una imposición en la turba. Todo lo demás está sujeto a cambios, excepto la megalomanía de Ronaldo, que sí estuvo en el momento preciso para culminar la mejor jugada de Benzema que he visto en años. Lo digo con sinceridad.

El Real, en el corazón de Europa de Basilea, fue menos Real. Hay pocos equipos europeos que le puedan presentar un frente de penitencia o de sufrimiento. Pero siempre necesitamos un Real europeo de verdad. No puede ser siempre un Madrid de conveniencias que ha inventado Ancelotti. Hay dos tipos de entrenadores. Uno es el estilo Capello, Guardiola, Mourinho. El otro estilo es el de Yo, Claudio como Del Bosque y Ancelotti. Estos dos son los que más gustan en el país de jauja de Lope de Rueda.

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